El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid fue muy claro este domingo: las elecciones convocadas por Isabel Díaz Ayuso tienen plena validez y, por consiguiente, decaen las mociones de censura que proponían a Ángel Gabilondo (PSOE) y Mónica García (Más Madrid), respectivamente, como nuevos presidentes de la Comunidad. Madrid irá a las urnas el próximo 4 de mayo, en una decisión que era absolutamente imprevisible una semana atrás y que se precipitó por la reacción generada a través de la interacción entre dos elementos: el sustrato —las malas relaciones entre PP y C's en el gobierno madrileño, personificadas entre la presidenta Ayuso y el vicepresidente Aguado— y el elemento reactivo —la doble moción de censura de C's y el PSOE en Murcia.
Resultado: una fuerte combustión política en Madrid que ha terminado con la convocatoria anticipada de elecciones autonómicas en la Comunidad para el próximo 4 de mayo —por cierto, un martes laborable. Los comicios servirán, obviamente, para redifinir la representación en la Asamblea de Madrid —que, por el aumento censal en la Comunidad, podría pasar de los 132 escaños actuales a 135/136—, pero el terremoto político de los últimos días anticipa que marcarán también cambios en el panorama político español a partir del 4 de mayo.
El panorama político madrileño, y también el español, apunto de redibujarse
Si las tendencias que dibujan las encuestas se cumplen, se avecinan cambios sustanciales en el panorama político madrileño y español. Las elecciones en Madrid podrían dejar a Ciudadanos sin representación parlamentaria o, en su caso, con un número de escaños muy marginal, relegando a la formación de Ignacio Aguado a la irrelevancia política. Se augura un crecimiento claro del PP, alimentado por la fuga de votos —y de altos cargos— de Ciudadanos, con una fuerza creciente también de Vox.
La clave de las mayorías de la derecha, que hasta ahora había recaído a menudo en Ciudadanos pasará a manos del partido de Santiago Abascal —liderado en la Comunidad de Madrid por Rocío Monasterio. Vox podría ser la única opción del PP para pactar un gobierno en Madrid, algo que podría reproducirse a escala española en las próximas elecciones generales. La suma del ala derecha conllevaría, como condición 'sine qua non', un acuerdo entre el PP y Vox, con la entrada de la formación de Abascal en el ejecutivo; y con Ciudadanos con nula o irrelevante representación.
El nuevo dibujo parlamentario en Madrid y en España tendría consecuencias prácticas en la arena política, más allá de la aritmética. El PP, que pasaría a engrandecer su espacio gracias a la práctica absorción de Ciudadanos, se escoraría más a la derecha y se aproximaría a las tesis de Vox, que podría ser su socio preferente —su única opción, de hecho— en distintas comunidades. Este reposicionamiento del PP dinamitaría los pocos puentes que se mantienen entre la derecha y la izquierda española. Hace unas semanas, PSOE y PP estuvieron muy cerca de acordar la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pero las negociaciones terminaron por romperse.
La situación de precampaña y el posterior dibujo del nuevo panorama político en Madrid y en España pueden dificultar todavía más la llegada a acuerdos entre los partidos de la izquierda y los de la derecha. Sin duda alguna, la desaparición —o pérdida total de relevancia— de C's en su apuesta por el centro sería un argumento capital que alimentaría la polarización y que reforzaría la política de bloques: distancia abismal entre la izquierda y la derecha; y refuerzo de Vox y de un PP aún más escorado en posiciones liberales.
4 de mayo, una fecha clave en Madrid y en España
Es por todo ello que el próximo 4 de mayo los madrileños no deciden tan solo quién será su próximo presidente de la Comunidad —todas las encuestas dan un importante 'subidón' a Isabel Díaz Ayuso, que estaría prácticamente 'obligada' a pactar con Vox para mantenerse en el gobierno—, sino que empezarán a dibujar un nuevo ciclo político en nuestro país. De lo que pase en Madrid dependerán muchas estrategias en clave de partido, si bien cabe no descartar que otras comunidades autónomas en las que gobierna el PP acaben optando por imitar a Ayuso y adelantar los comicios para gobernar con mayor comodidad.
El nuevo ciclo, con el nuevo dibujo del panorama político español, se estrenará con las importantes elecciones andaluzas del próximo diciembre de 2022, que serán la previa de los comicios autonómicos y generales de 2023. En definitiva, se augura una recomposición importante en el panorama político español que va a iniciar una nueva etapa. El 4 de mayo arranca en España un nuevo episodio de su historia política que se augura marcado por un aumento de la polarización.