Fernando Simón durante su entrevista con Jordi Évole emitida el 14 de marzo del 2021

Fernando Simón responde por fin a la eterna pregunta: ¿De izquierdas o de derechas?

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha respondido a su entrevista más sincera

Jordi Évole siempre se ha caracterizado por ser un periodista incisivo en sus preguntas y que acaba sacando muchos titulares de las entrevistas que realiza, y gran parte de su éxito recae en su familiaridad con el entrevistado, a quien hace sentir como en casa y en plena confianza, por lo que consigue sacarle también respuestas sinceras a preguntas que no serían respondidas en otros escenarios. 

Su entrevista a Fernando Simón, emitida el 14 de marzo en La Sexta, es otro ejemplo de ello, ya que consiguió explicaciones por parte de Simón a preguntas que hace mucho tiempo que los españoles se hacen, como por ejemplo la que rodea a su ya famosa frase: «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado».

Es su frase más conocida y la que le perseguirá, probablemente, el resto de su vida, o como mínimo de su carrera profesional, ya que un año después de estas palabras España acumula más de 3 millones de contagios y 72.000 muertes. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) explicó que sus palabras procedían de la información que se tenía en aquel momento.

Fue el 31 de enero cuando pronunció esa frase. Entonces solo se había diagnosticado un caso en España, y ni siquiera en China había transmisión comunitaria, o por lo menos no la había según el gobierno chino. La cuestión es que, con esos datos, nada hacía prever lo que llegaría después. 

Simón admite que quizás pecó de no haber sido más prudente, pero que la situación, el 31 de enero, era la que era. El cambio llegó cuando la situación se descontroló en Italia, algo que pasó a finales de febrero. Fue entonces cuando vieron que había transmisión comunitaria en Italia y cuando se empezó a temer que llegara a pasar aquí también. 

Pero sin ninguna duda, una de las preguntas más directas que le realizó Jordi Évole a Fernando Simón en la entrevista tenía que ver con la política, un tema polémico porque su figura se ha utilizado en muchas ocasiones como arma arrojadiza por parte de la oposición y es una de las personalidades que genera más polarización entre los ciudadanos. 

Fernando Simón se moja en política

«¿De izquierdas o de derechas?» le preguntó directamente Évole, y Fernando Simón no tuvo reparos en responder: «¿Tengo que decirlo? Creo que se me nota. Soy muy social». Simón defiende que el Estado se preocupe por aquellos que tienen necesidades y no de aquellas personas que tienen esas necesidades cubiertas.

«Creo que somos una población y no entiendo cuando veo posiciones en las que parece como si los grupos más desfavorecidos fuesen de otra especie. Me parece inaudito que se pueda valorar a la población por el nivel económico que tenga. Y más sabiendo que el nivel socioeconómico de las familias tiene mucho que ver con el futuro de los hijos. Tenemos que conseguir romper el círculo vicioso», matizó Simón.

Precisamente sobre la política quiso incidir Évole y le preguntó también si se veía, próximamente, como político. La respuesta de Simón fue tajante y aseguró que no se veía en política. «Si soy un bocazas, ¿Cómo voy a ir en una lista electoral? No soy político ni lo seré. No creo que lo vaya a ser nunca», aunque dejó abierta la puerta en el futuro si alguien «le tienta con alguna cosa interesante».

Aun así, ni con esas se vería de político porque cree que «hay que tener una resiliencia mucho más grande de la que yo tengo».

Además, preguntado sobre su figura y la posibilidad de que su nombre genere polarización política, Simón cree que es una cuestión más de los medios de comunicación que no una situación real. De hecho, dice que le han parado muchas veces por la calle, pero solamente dos veces fue para hacerle comentarios negativos. 

Una de ellas fue «desagradable», con un reproche irónico relacionado con su famosa frase de «uno o dos casos», y el otro fue una persona que sí llegó a insultarle.