La profunda crisis que atraviesa Ciudadanos se ahonda por momentos. En cuestión de días, incluso de horas, la formación que preside Inés Arrimadas pasó de tocar con la punta de los dedos la primera presidencia autonómica para los naranjas —la de la Región de Murcia—, en un hito que podría haber marcado un punto de inflexión en positivo para el partido, a quedar en situación de marginalidad política tras la frustración de la operación y su onda expansiva en Madrid. Un tiro por la culata que deja el futuro de la carrera política de Arrimadas pendiendo de un hilo e incluso el adiós definitivo de Ciudadanos muy cerca.
De Murcia a la nada: la semana 'horribilis' de Inés Arrimadas
Todo empezó en la mañana del pasado miércoles: Ciudadanos y el PSOE anunciaban una moción de censura en el gobierno autonómico murciano para acabar con el liderazgo del PP en un ejecutivo del cual, hasta entonces, los naranjas formaban parte. La alianza de socialistas (17 escaños) y Ciudadanos (6), daría la presidencia autonómica a Ana Martínez Vidal, de los naranjas, a cambio del apoyo de C's a otra moción de censura, en este caso en el Ayuntamiento de Murcia, para que situar en la alcaldía al candidato socialista y dar por finalizado el mandato del PP en la capital murciana. La doble jugada daba aire, en forma de protagonismo, a C's.
Pero la alegría duró tan solo unas horas. En una rápida reacción para evitar que una jugada 'a la murciana' la despojara del poder, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, decidió convocar elecciones autonómicas para el próximo 4 de mayo y expulsar a C's de su gobierno. Los comicios cogen a la formación naranja en la peor de las situaciones: algunas encuestas les sitúan incluso como fuerza extraparlamentaria en Madrid, una situación que podría dejar al partido completamente hundido y condenado a la desaparición. Pero por si la estocada de Ayuso fuera poca, el final de la semana aguardaba aún un nuevo golpe a los naranjas.
El PP murciano sedujo a tres de los seis diputados de C's y fueron nombrados consejeros del Gobierno de la Región: los populares conseguían con esta maniobra desactivar la moción de censura, que sin estos tres votos no podrá salir adelante cuando se vote en la Asamblea Regional Murciana, entre finales de esta semana y principios de la que viene. En resumen: la maniobra de Ciudadanos que debía servir para revitalizar el partido ha terminado hundiéndolo todavía más y agravando una crisis que parece destinar a la formación a la desaparición.
Hervías, al PP: La 'mano negra' de Albert Rivera
En las últimas horas se ha iniciado un proceso de sangría de cargos de C's que han decidido abandonar la nave: el ala liberal del partido se plantea integrarse en el PP, mientras que los miembros de la vertiente socialdemócrata estudian su paso al PSOE. Entre el primer grupo, se producía este sábado, 13 de marzo, un adiós muy significativo. Quien fuera secretario de Organización del partido, Fran Hervías, hacía público su fichaje por el Partido Popular. Era un golpe mayúsculo, el enésimo, para Inés Arrimadas y su partido.
Pero era, sobre todo, la demostración de que el expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera, está tras muchos de los movimentos que están propiciando el naufragio de Ciudadanos. Fran Hervías es amigo personal de Rivera y era hasta el sábado su hombre de máxima confianza en el partido del cual dimitió en noviembre de 2019. Su fuga al PP es la demostración fehaciente de que Rivera no tan solo desaprueba el cambio de rumbo que Arrimadas ha imprimido a C's desde su llegada a la presidencia del partido, ahora hace un año, sinó que está dispuesto a actuar para apartarla del cargo o, en caso de que no sea posible, acabar con Ciudadanos.
Albert Rivera se encuentra cada vez más próximo al PP de Pablo Casado y el paso de Hervías a la formación popular no hace más que confirmarlo. El expresidente de C's ve con buenos ojos el trasvase de buena parte del capital político de los naranjas al PP, y en los últimos días ha contactado con varios cargos del partido para propiciar su fuga, tal y como ha adelantado 'La Razón'. En este sentido, se espera que durante esta semana, varios miembros destacados de C's a nivel local y regional anuncien que abandonan la formación. Rivera parece dispuesto a todo para acabar con el liderazgo de Inés Arrimadas: si conviene, participará incluso en la liquidación del partido que él mismo fundó en 2006 en Cataluña, como está haciendo ya con estos contactos.
El expolítico prioriza el mantenimiento de la línea política que lideró, que ahora cree que representa el PP, que el de las siglas de un partido que se propuso ser la nueva gran formación de la derecha española y que vive ahora un proceso que hace peligrar seriamente su futuro. Este mismo lunes se esperan movimientos por parte de Inés Arrimadas para intentar la salvación de la formación y de su liderazgo, pero lo cierto es que ante el empuje en su contra de Albert Rivera y de importantes mandos del partido, el futuro naranja pinta negro.