El caso de Anna y Olivia, las dos niñas secuestradas a manos de su padre en Canarias, cumple este miércoles un año. El progenitor, Tomás Gimeno, debía entregarlas a su madre el pasado 27 de abril de 2021, pero nunca cumplió con lo pactado.
Después de muchas semanas de búsqueda, tanto por tierra como por mar, los equipos de rescate encontraron en el agua el cuerpo de Olivia. Era la mayor de las dos niñas y contaba con apenas 6 años. De Anna y de su padre no se volvieron a tener noticias.
Las autoridades trataron de hacer lo posible por recuperar el cadáver de la pequeña, pero los trabajos que se llevaron a cabo resultaron estériles. Era muy complicado localizarla en el fondo del mar.
La otra hija de Gimeno fue hallada en el interior de una bolsa de deporte que estaba atada al ancla de una lancha. Acabó con la vida de sus dos niñas dejando desolada a la madre de las menores, Beatriz Zimmermann.
Se trataba de un caso más de violencia vicaria en España. Desde 2013 se han notificado 47 fallecimientos de menores a manos de sus padres.
Se cumple un año de este trágico suceso que mantuvo en vilo a todo el país. La madre de las menores mostró siempre su agradecimiento a los equipos de rescate. Pese a sus esfuerzos, solo pudieron dar con el paradero de una de ellas.
Sin embargo, una buena noticia llega a la vida de Beatriz. “Volverá a ser madre en dos o tres meses”, contaron este miércoles en El programa de Ana Rosa. En la actualidad se encuentra embarazada de seis meses, apuntó el periodista Isra López.
Explicó que para ella supone “una ilusión, un rayo de esperanza después de todo el sufrimiento que ha padecido”.
La madre de Anna y Olivia denunció la indefensión de algunos niños
Durante los últimos meses, la ex de Tomás Gimeno ha tratado de mantenerse en un segundo plano. Los únicos testimonios que ofreció eran a través del portavoz de la familia y presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills.
Una de sus últimas intervenciones fue en unas jornadas sobre violencia vicaria en Canarias. A través de Amills, señaló que los menores están "desprotegidos” ante la violencia machista “y no pueden pedir ayuda”.
En su caso, relató que sus niñas “estuvieron indefensas ante tal monstruosidad”. Después de todo lo que ha sufrido tras la pérdida de Anna y Olivia se ha replanteado “muchas cosas”. Entiende que los pequeños deben disponer de “más herramientas” para solicitar ayuda en caso de contemplar o sufrir episodios de violencia en casa.
En los hogares, la situación siempre empeora, sobre todo porque el maltratador realiza lo que mejor sabe, que es “abusar en su zona de confort”.
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Beatriz Zimmermann habló de su situación personal
Beatriz Zimmermann quiso poner de ejemplo lo que le ocurrió a ella. Relató que “al principio tenía miedo” de separarse de Gimeno, sobre todo pensando en las niñas. Entendía que ya no podría disfrutar tanto de ellas.
Pero con el tiempo se dio cuenta de que tomar caminos diferentes era lo más conveniente. “Era mejor crecer en un ambiente donde reinara la paz y el amor”, algo imposible al lado de su expareja. La convivencia con él resultaba muy complicada porque no le respetaba.
Admite que pensó que “era un buen padre y me equivoqué totalmente. Nadie pensó que Tomás podía hacerles algo, todo el mundo creía que era un buen padre, y eso es lo preocupante”.
La madre de Anna y Olivia explicó que la mayoría de los maltratadores “abusan de lo que pueden”, porque desean “sentirse más importantes”. Sin embargo, de cara al exterior procuran “parecer buenos padres”.