Las informaciones de los primeros se centraron en la desaparición de Lydia, de 14 años. Su familia fue la primera en denunciar su fuga de su casa de Murcia en pleno confinamiento y ahora parece que se confirma que no se ha ido sola, sino con el que sería su primer amor.
Y es des del pasado lunes, también está ausente de su casa Juan, de 13 años, compañero en el instituto Cascales de Murcia y su novio. Todo apunta que habrían planificado su fuga conjunta, hartos de no verse durante estos días. Su historia empezó como una amistad de adolescentes. Él, estaba expulsado des de marzo por varias amonestaciones. Lydia, por su parte, cada vez iba peor en el instituto. Han pasado de hacer novillos juntos a planear una fuga para verse durante el encierro.
La madre de la niña, Cristina, aun así explicaba en 'El Español' que no se lo esperaba: «Este lunes la llamé por teléfono a la una del mediodía, justo antes de marcharme a trabajar». Aun así continúa relatando que «no noté nada raro», afirmando que su hija le dijo: «Mamá llámame cuando salgas del trabajo».
La última pista sobre ellos
La Policía Nacional es quien encabeza la búsqueda de los dos menores con la colaboración de la Policía Local y la Guardia Civil. Mientras, Cristina, su marido Mustafá y el padre de Lydia, Alejandro, recorren la ciudad empapelándola con los carteles con la foto de su hija.
Han recorrido algunas casa abandonadas, pero nada. La única pista recibida fue un aviso que los situaba cerca de la estación de autobuses «para contratar un taxi pirata para marcharse de Murcia». No encontraron nada.
Lo que parece claro es que lo tenían bien estudiado: «Sus compañeros de clase nos han dicho que tenían planificado fugarse hace tiempo». Mientras la policía estudia las redes sociales de ellos y de su círculo de amigos, además del teléfono de la joven, que finalmente no se llevó de casa de sus abuelos. De él habría borrado varias conversaciones. Aun así, un familiar habría aportado una captura donde ser puede leer un mensaje de Juan: «Ya es la hora».
Casi imposible que lo hayan hecho solos
Por su parte, las dos familias muestran su desesperación. Cristina, así lo admite: «Estamos desesperados», y la madre de Juan, Mónica, lo reafirma: «Estar sin saber de él es un sinvivir». Pese a ello, para el no era su primera vez. Ya se escapó en otra ocasión nueve días «porqué quería más libertad», aunque en esa ocasión estuvo durmiendo en casa de amigos.
Esta vez, está claro que se ha ido con su amor, Lydia, tras escaparse por una ventana mientras lo vigilaba su hermano. Aun así, la pregunta que se hacen las dos madres es: ¿les ha ayudado alguien?. Ambas se lo plantean: «Le tiene que estar ayudando porque mi hijo no se llevó ropa y solo tenía diez euros que cogió de su hucha». Cristina, por su lado, se pone en lo peor, ya que «estamos empezando a creer que la ha cogido un adulto».