Han pasado diez días desde que un hombre escondido bajo una máscara mató a Lorenzo, un joven de 21 años, en Toledo. Sucedió la noche de Halloween, y el agresor se llevó un botín de 10 euros. El conocido como ‘crimen de Halloween’ o ‘crimen de los 10 euros’ tiene a la población toledana en vilo.
Este fin de semana, medio millar de personas se concentraron en el lugar del crimen para pedir más seguridad. “Justicia para Lorenzo” y “Seguridad para nuestro barrio” fueron algunos de los lemas. En la memoria de todos sigue Lorenzo Pompiliu Cazacu, el chico de 21 años brutalmente asesinado la noche del 31 de octubre.
Entre los concentrados estaba el padre de la víctima mortal, que formuló un deseo: “Que no se vuelva a repetir con otro chico, otro niño, otra persona”. Le rodeaban una cantidad ingente de vecinos con la foto de Lorenzo en sus manos. También las autoridades locales, que de momento han podido cazar al responsable.
Siguen buscando al asesino de los 10 euros
La Policía Nacional sigue buscando al autor del ‘crimen de Halloween’, que el 31 de octubre arrebató la vida a Lorenzo. La brigada judicial está al mando de la investigación, aunque de momento no ha dado frutos. No hay detenidos ni identificados por el homicidio, según revelan fuentes cercanas a la investigación en The Objective.
Los hechos ocurrieron pasadas las dos de la madrugada, en el barrio de Santa María Benquerencia. Lorenzo y un amigo iban caminando después de haber celebrado Halloween con más amigos. De repente, fueron asaltados por un varón con una máscara y un cuchillo de grandes dimensiones.
El hombre, ataviado con una máscara de ‘Scream’ y un machete, pidió que le dieran el dinero que llevaban encima. Lorenzo sacó un billete de 10 euros, pero el asaltante no quedó satisfecho. Entonces lanzó un primer golpe con el machete contra el asfalto, y acto seguido asestó un machetazo al joven sin mediar palabra.
'Parecía un psicópata'
“Parecía un psicópata”, ha declarado el acompañante de la víctima mortal a la policía. El machetazo seccionó el cuello de Lorenzo, que murió en pocos minutos. Su amigo intentó reanimarlos sin éxito, y cuando llegaron los equipos de emergencia ya estaba muerto.
Lorenzo Pompiliu, la víctima mortal del ‘crimen de Halloween’, provenía de una familia de origen rumano. Llevan ya años en España, y Lorenzo había acabado el bachillerato y algunos cursos de informática. No tenía antecedentes, ni había sido nunca detenido.
Lorenzo era hijo único y no era especialmente fiestero o aventurero, según declara su entorno a El Español. Le definen como un joven casero, familiar y un poco "friki". Le gustaba jugar a los videojuegos, y solía ir a recoger a sus primeras al colegio.
El abogado que representa a la familia de la víctima pone el acento en que se trataba de un chico normal. “La familia está muy afectada, quieren justicia, no venganza”, añadió. La única pista con la que cuentan por ahora es el testimonio del acompañante del fallecido.
Álvaro, la otra víctima del 'crimen de Halloween'
La investigación está siendo muy complicada porque el crimen sucedió en una zona oscura, sin testigos, y con el asesino enmascarado. La policía espera que los resultados de la autopsia ofrezcan algunas pistas más para seguir el hilo. Su esperanza es poder identificar al autor y ponerlo a disposición judicial cuanto antes.
El barrio de Santa María Benquerencia se encuentra consternado por el asesinato. Nadie recuerda un suceso similar en la zona, y reclaman seguridad para el vecindario. Además, han mostrado su calor hacia la familia de Lorenzo y la otra víctima del ataque.
El acompañante de Lorenzo la noche del crimen se llama Álvaro, y también sufrió el ataque del agresor. Este le propinó un machetazo en la cara, pero se hizo el muerto al caer al suelo y esto le salvó la vida. Se recuperó de las heridas sin dificultad, aunque el trauma psicológico le acompañará durante un buen tiempo.
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