El líder de los supuestos yihadistas detenidos en Bolaños de Calatrava (Ciudad Real) había recrudecido en las últimas semanas sus amenazas de atentar contra agentes de las fuerzas de seguridad, lo que precipitó la intervención para desarticular la célula, según ha informado la Policía en un comunicado este viernes.
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha decretado el ingreso en prisión del presunto líder del grupo y la puesta en libertad con medidas cautelares del considerado «principal colaborador». Los otros dos detenidos fueron puestos en libertad por la Policía.
Los cuatro fueron detenidos el miércoles en la localidad manchega por la Policía, que hoy ha explicado que el cabecilla de la célula es un ciudadano marroquí que ya captó en su país a varios jóvenes que acabaron planificando atentados en el reino alauí y en los Emiratos Árabes Unidos, pero que fueron neutralizados.
Sin embargo, el líder consiguió huir de Marruecos de forma clandestina y entrar en España, donde fue detectado por la Policía quien, en colaboración con sus compañeros marroquíes, ha seguido sus movimientos durante más de un año.
En su estancia en España, el detenido replicó la labor de captación desarrollada en Marruecos, tanto en redes sociales como presencialmente.
Creó un grupo de acólitos a los que adoctrinaba
De esta manera, creó un grupo de acólitos a los que adoctrinaba en el credo takfirí, la corriente más radical del yihadismo, y los cuales se autodefinían como los «soldados invisibles» de Daesh, aceptando que debían estar entrenados físicamente y rezar de manera continuada.
Para seguir adoctrinando a sus tres seguidores, el responsable de la banda celebraba reuniones en su domicilio y acompañaba a sus acólitos a fiestas de localidades cercanas, donde criticaban con «extrema violencia verbal las costumbres occidentales», según la Policía.
Por otro lado, también se detectó que el líder detenido había incrementado el consumo de vídeos de martirios y de atentados en Europa, como el perpetrado contra el semanario francés Charlie Hebdo.
Además, la investigación constató que el cabecilla era un seguidor de Abu Muhammad al Adnani, quien, hasta su fallecimiento, fue el jefe de las operaciones exteriores de Daesh, su portavoz y, además, su máximo responsable en Siria.
En las últimas semanas, el responsable de la célula había comunicado a su círculo más cercano su desesperación porque no le gustaba su estilo de vida y advertía de que tenía un plan para revertir su situación.
Asimismo, aunque ya había verbalizado su odio contra las Fuerzas de Seguridad y había mostrado su deseo de atacarles mientras realizaban sus funciones, estas amenazas se recrudecieron en las últimas semanas.
Esto, unido a las instrucciones que ha dirigido Daesh a sus seguidores a través de diversas publicaciones, precipitaron la detención de este individuo y sus seguidores.
La investigación ha sido desarrollada por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, ha contado con la colaboración de la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST) del Reino de Marruecos y la agencia Europol, bajo la coordinación y supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 2 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.