Manifestación de un grupo de sanitarios durante la pandemia del coronavirus

Si se cumplen los pronósticos, en octubre habrá mucho más que protestas: Lo que viene

El histórico político europeo Massimo Cacciari augura una revuelta social cuando se conozca la verdadera dimensión de la crisis

A medida que desaparece el pánico al contagio y la muerte, y el foco se aleja de la emergencia sanitaria para centrarse en la  urgencia económica, aumenta la inquietud sobre cómo impactará la  crisis económica en la sociedad y alienta los pronósticos de los principales expertos sobre  lo que viene en España y el mundo después del verano.

Una de las voces más escuchadas a la hora de interpretar el presente y el futuro que nos espera es Massimo Cacciari, filósofo e histórico líder del centroizquierda europea que prevé un escenario social turbulento: «Habrá más pobres, más parados, un pronunciado declive de las rentas de las clases medias y un Estado endeudado hasta el tuétano».

Con tal apocalíptica predicción, este profesor de Estética italiano vaticina que «si se cumplen los pronósticos en octubre habrá mucho más que protestas». A pesar de las protestas que ya se han visto estas últimas semanas en Madrid, cree que lo peor está por llegar y que «las tensiones sociales explotarán en septiembre o en octubre».

Será entonces cuando sabremos con certeza cuántos parados ha producido la crisis, cuántos trabajos precarios se han perdido, cuánto han caídos los ingresos de las familias y que ha pasado con los precios. «Lo de ahora es un preámbulo», dice.

Por eso cree que, «si ocurre lo que tememos, es decir, un aumento drástico y rápido de las desigualdades, con el desplome del poder adquisitivo del 90% de la población, puede haber mucho más que protestas». 

El que fuera alcalde de Venecia hace unos años, se sorprende por las decisiones de algunos países después de la emergencia sanitaria: «algunos se han comportado de forma inteligente y han permitido un regreso al trabajo  más rápido de las personas que viven en zonas menos afectadas por el virus. Otros, en cambio, no han hecho distinciones».

Cacciari cree que era inevitable el cierre total cuando estalló la crisis, pero que ahora lo más sensato es relajar las restricciones de forma progresiva. Lo que sí ve es una crisis económica que afectará países como Italia y España, y al mundo en general excepto China.

Aumenta la brecha entre ricos y pobres

Como solución propone políticas fiscales que vuelvan a equilibrar las desigualdades, ya que «la crisis se ensañará con los más débiles» y también «sufrirán mucho los trabajadores de los  sectores más afectados  como el turístico, los autónomos y los pequeños comerciantes, mientras que Amazon y Google seguirán ganando miles de millones de euros».

El aumento de la brecha entre pocos y ricos reforzará las poderosas élites del «e-commerce» y el «big data», augura, y «ya que no pagan impuestos  será difícil una redistribución de los ingresos en favor de las categorías más golpeadas por la crisis».

Con una dilatada experiencia como parlamentario europeo, Cacciari defiende el papel de la Unión Europea durante la crisis, recordando que «el BCE ha dado muchísimo dinero, y claro que se podría haber hecho mejor, como aprobar los eurobonos para hacer frente a la recuperación económico, pero la UE ha hecho mucho más  que en la anterior crisis».

De cara al futuro, advierte que uno de los grandes retos será recuperar los derechos que los Gobiernos han recortado a los ciudadanos. «Hay que seguir muy atentos porque las tentaciones autoritarias pueden aflorar, como ya ocurre en las democracias más débiles de América Latina, por ejemplo en Brasil».

Y lo que tiene claro es que la crisis del Coronavirus cambiará el tablero internacional: «si el PIB cae un 8%, el de Estados Unidos un 3% y China sigue creciendo, es evidente que habrá una dislocación de los recursos a nivel global».