La tremenda situación sanitaria generada por el covid-19 ha puesto en la primera línea informativa a Pedro Sánchez y ha dejado en un segundo plano mediático a Felipe VI.
Especialmente mientras duró el confinamiento. El presidente del gobierno se hizo con el mando único y acaparó horas y horas de conferencias en los telediarios. La figura del jefe del estado se diluyó como un azucarillo.
Así las cosas la recurrente pregunta sobre si la infanta Leonor llegará a reinar algún día vuelve a estar de actualidad.
Letizia tiene un plan
No hay que llevarse a engaño. El principal socio de gobierno de Pedro Sánchez es un partido cuyos líderes siempre se han declarado republicanos. Y los otros partidos que apoyaron su investidura fueron Esquerra Republicana, PNV o Bildu. Ninguno se distingue por su cariño hacia la corona.
La vieja dicotomía entre monarquía o república está hoy más presente en España que nunca. La novedad es que ahora los contrarios a la corona están sentados en los bancos azules del gobierno.
El plan de la reina para revertir esta situación es aumentar en la medida de lo posible toda la actividad pública e institucional de la corona.
Hemos podido verla estos días realizando todo tipo de videoconferencias, visitando la sede central de la Cruz Roja en Madrid, o junto a su marido en Mercamadrid.
Su obsesión es recuperar la primera línea informativa cuanto antes.
La ventaja de la Infanta Leonor
El protagonismo mediático del presidente del Gobierno no llega a su círculo familiar. Puede que los españoles sepamos quién es su esposa, pero no tenemos ni idea de quiénes son sus hijas.
Lo que distingue a la monarquía de la república es que la institución se identifica directamente con la familia. La aparición de la heredera al trono en un vídeo de saludo a los españoles fue un tanto que se apuntó la corona en medio del confinamiento. También el verlos a todos de luto durante un minuto de silencio en el exterior de la Zarzuela.
Quedan más de tres años Leonor jure la Constitución. Queda aún mucho tiempo para que la heredera se dé a conocer y conecte con las nuevas generaciones.
Aun así, dada la situación de inestabilidad que vive la institución monárquica, sería muy bueno para ellos darle mayor protagonismo a la futura soberana.