Tras once años desde que abandonara el cargo que ya ocupó entre 2003 y 2010, Joan Laporta volvía a conseguir este domingo la presidencia del Fútbol Club Barcelona. El abogado barcelonés, de 58 años, se impuso con comodidad, con más del 54% de los votos, a sus rivales en las elecciones a la presidencia del conjunto azulgrana: Víctor Font (30%) y Toni Freixa (9%). En los próximos días, Laporta iniciará su segunda etapa al frente del Barça, que se prolongará hasta el año 2027. El regreso de Laporta se asocia ya de entrada a un concepto respecto a la etapa anterior, con Sandro Rosell (2010-2014) y Josep Maria Bartomeu (2014-2020) en la presidencia del club: cambio. Laporta representa un proyecto radicalmente diferente al de sus antecesores en el plano institucional, social, económico y deportivo.
‘Cruyffista’y ‘guardiolista’ como elementos fundamentales de su ADN por lo que a la forma de entender el fútbol y la gestión del club se refiere, Laporta tampoco ha escondido nunca su ideología independentista: ni durante su primera etapa como presidente ni durante su fugaz paso por la política. Ello y su proximidad a figuras del independentismo como Carles Puigdemont o Pilar Rahola también constituirá un tinte destacado de la nueva etapa que ahora se abre en la presidencia del Barça: no es baladí, siendo el club azulgrana una entidad capital en la sociedad barcelonesa y catalana. Vienen, pues, tiempos de cambio que podemos dibujar en cinco grandes ámbitos.
1. Un Barça independentista sin complejos
Sin duda alguna, el regreso de Joan Laporta a la presidencia del Barça significará un nuevo acercamiento del club a los postulados independentistas. Laporta nunca ha escondido su ideología política, favorable a la independencia de Cataluña, y en su anterior etapa como presidente, el club ya se posicionó al lado de las tesis más nacionalistas, por ejemplo, dando su apoyo a la manifestación de rechazo a la sentencia del TC que recortaba el Estatut, en julio de 2010.
Tras años de tibieza política en este sentido —durante el mandato de Bartomeu levantó mucha polémica el hecho de que el Barça no cancelara su partido del 1 de octubre de 2017 tras los incidentes que se produjeron durante la celebración de la consulta independentista—, Laporta reconducirá a la entidad culé a una línea de defensa de la identidad nacional de Cataluña y de proximidad con las formaciones de índole independentista.
2. Confrontación abierta y sin complejos contra el Real Madrid
Otra materia en la que el Barça aumentará decibelios: su histórica rivalidad contra el Real Madrid. Si la campaña electoral azulgrana deja una imagen es la de una pancarta a escasos metros del estadio Santiago Bernabéu con una imagen de Laporta y el eslógan ‘Ganas de volver a veros’. Una forma clara de señalar las ganas de que el Barcelona, tras años de mengua deportiva, debe volver a plantar cara sin complejos ante el Real Madrid.
La acción de la pancarta, lejos de ser interpretada como una provocación, gustó en Madrid, donde se entendió como un atractivo más hacia la sana rivalidad; y causó sensación en Barcelona, donde significó para los aficionados culés un plus de autoestima que parecía aletargado en las últimas temporadas, con un Barça faltado de personalidad en juego y en resultados. Laporta volverá a propiciar que el Barcelona mire de frente al Real Madrid de forma desacomplejada. Y ello beneficia a ambos conjuntos y a cualquier aficionado al fútbol.
3. Recuperar la influencia en los altos estamentos futbolísticos
Otro elemento que caracterizó el mandato de Joan Laporta en su primera etapa fue la buena relación del club con los altos estamentos del fútbol español —LFP, RFEF— e internacional, que le permitían ejercer cierta influencia en ellos. Algo fundamental para crear el clima favorable que propicie el crecimiento y la estabilidad del FC Barcelona. Este es otro de los elementos fundamentales que Laporta pretende cambiar en este segundo mandato que arrancará en breve y culminará en 2027.
A parte de su valía y su agenda personal, cabe destacar uno de los nombres clave en este asunto: el del expresidente del Mallorca y exdirector general del Valencia, Mateu Alemany. El ejecutivo tendrá entre su cometido representar el club en la Liga, la Federación y el ámbito internacional. Su misión será fomentar la buena relación con estos estamentos y, junto a Laporta, volver a favorecer la influencia que el Barcelona tuvo en su día en ellos.
4. Messi, más cerca de quedarse en Barcelona
Una de las imágenes de este domingo era la de la estrella por excelencia del Barça, Leo Messi, votando junto a uno de sus hijos en el Camp Nou. Messi intentó irse del club el pasado verano, si bien finalmente no fue posible por cuestiones contractuales. Su marcha parecía hecha de cara al próximo mes de junio, pero la victoria de Laporta puede cambiarlo todo o, como mínimo, ponerlo difícil.
Laporta y Messi mantienen una excelente relación y el argentino siempre ha mantenido que Laporta ha sido el único presidente que siempre ha sido sincero con él. Laporta, consciente de su relación con el argentino, aseguró en campaña verse capaz de arreglar la situación con Messi y convencerle para que se quedara en Barcelona. Asimismo, señaló que «solo» con el de presidente había opciones de que el astro argentino rectificara su decisión de abandonar el club. Llega la hora de la verdad: Laporta deberá confirmar que Messi se queda.
5. El ‘candidato’ de JxCat
Entroncando con su ideología política y con su voluntad de volver a situar al FC Barcelona en sus históricas posiciones cercanas al nacionalismo catalán, cabe añadir que Joan Laporta mantiene excelentes relaciones personales con varios dirigentes del independentismo catalán. Especialmente, Laporta es amigo personal del ‘expresident’ Carles Puigdemont, así como de la comentarista política Pilar Rahola.
En algunos foros se ha apostillado a Laporta como ‘el candidato de JxCat’, en la medida que la formación de Puigdemont sale reforzada con la victoria de Laporta, recuperando un activo clave en la lucha independentista en la primera línea: el propio Laporta y el control de una entidad de capital importancia en Catalunya como el Barça. A su vez, Laporta mantiene buenas relaciones con dirigentes de otras formaciones, como el mismo Oriol Junqueras (ERC) con quien se saludó amablemente hace escasos días en Barcelona en un fortuito encuentro en la calle.