Kiko Betanzos, el hombre que nunca tenía un no por respuesta. Abdelkabir Aniba, el marinero siempre atento. Así describe hoy la prensa local a los dos compañeros fallecidos en el trágico naufragio del Sempre Güetto, en Portosín (La Coruña).
Kiko Betanzos tenía 47 años, era natural de Ribeira y vivía en Caamaño. Abdelkabir, alias «Aníbal», era un marroquí afincado en Portosín desde hacía más de diez años. Ambos estaban casados y tenían hijos.
La tragedia en la que murieron estos dos marineros se desencadenó ayer al mediodía, sobre la una y media. Había condiciones meteorológicas adversas. Describen olas de hasta tres metros de altura, viento con fuerza seis y mar de fondo.
Un golpe de mar desestabilizó la embarcación Siempre Güetto en Cedeira, al noroeste de Galicia. Dos de los diez tripulantes fallecieron, y los demás quedaron heridos. Uno de los fallecidos salió con vida, pero murió poco después en un hospital coruñés.
El otro marinero había desaparecido, pero fue encontrado sin vida sobre las 5 de la tarde por uno de los barcos de rescate. Los demás tripulantes fueron rescatados y están fuera de peligro. Pero el suceso ha causado una gran conmoción en el entorno.
Ocho tripulantes rescatados
El Sempre Güeto volvía de Asturias después de faenar hasta la madrugada del jueves. A unas dos millas al noroeste de Cedeira, el temporal volcó el cerquero. Las tareas de rescate fueron muy dificultosas, debido al fuerte oleaje y al viento del entorno.
Los rescatados fueron atendidos en el puerto de Cedeira por los servicios sanitarios. Alguno necesitó traslado hospitalario a causa de las heridas. Poco después llegó a tierra firme el cadáver del marinero que había desaparecido.
Isaac Garciño, patrón mayor de la cofradía de Portosín, confirmó que los fallecidos eran Francisco Betanzos y Abdelkabir Aniba. Muy consternado por el incidente, recordó a los dos marineros como excelentes compañeros y personas muy queridas.
Abdelkabir, al que todos llamaban Aníbal, era «muy querido en la zona y muy trabajador». Llevaba ya muchos años en el lugar, ganándose la vida en el mar. «Después de muchos años trabajando se fue a Marruecos y trajo su familia», explicó Garciño.
Sobre Francisco Betanzos, vecino de la parroquia de Caamaño, destacó que había sido marinero toda su vida. Destacaba por su carácter servicial hacia los demás, siempre dispuesto a echar una mano a sus compañeros de faena.
Golpe duro e inesperado
Isaac describió el hundimiento como «un golpe muy duro e inesperado». Por su lado, el patrón y armador de la embarcación, Ángel Güeto, explicó que el barco había cogido mucha inclinación y no pudo recuperar su posición inicial.
A continuación se interrumpió la comunicación y el barco acabó volcándose. Otro cerquero dio la señal de socorro y una embarcación que se encontraba cerca pudo rescatar rápidamente a los tripulantes. Desafortunadamente, Kiko y Aníbal no sobrevivieron.
Había gran oleaje y mar de fondo, pero según los expertos eran condiciones navegables para una embarcación como el Sempre Güetto. La tragedia conmocionó a la localidad de Portosín, donde la noticia corrió como la pólvora.
La cofradía de pescadores hizo ondear las banderas a media asta, y el Concello de Porto do Son suspendió los actos previstos para hoy en señal de duelo. Los fallecidos eran muy conocidos en el lugar, y solo había palabras de elogio para ellos.
Las autoridades también se sumaron a los mensajes de condolencia. El alcalde de Porto do Son, Luis Oujo Pouso, mostró su pesar y anunció un pleno extraordinario para decretar luto oficial. «Todos los años hay una desgracia, es muy duro», afirmó.
Una tragedia todos los años
El alcalde se refiere a las tragedias vividas el año pasado y en 2019. Hace dos años el cerquero Divina del Mar encalló en las rocas y un tripulante murió al intentar salir. Un año después, en 2020, desaparecieron dos hombres que iban en un kayak en la misma zona.
El mensaje del Concello rezaba así: «Día inmensamente duro para nuestra tierra, para nuestro mar. Nuestro más sentido pésame y todo nuestro ánimo, fuerza y cariño para los familiares, amigos, vecinos y compañeros de la tripulación».
Además, Salvamento Marítimo y emergencias buscan al único tripulante de una embarcación robada en Oleiros. La embarcación apareció ayer por la tarde a la deriva y sin nadie a bordo. El capitán confirmó que le habían robado la barca, y creen que el infractor ha desaparecido en el mar.