El suceso ocurrido ayer por la tarde en España causó una gran estupefacción: un hombre fue sorprendido conduciendo en sentido contrario y al detenerlo descubrieron que llevaba un cadáver de copiloto. Sucedió en la AP-7, en Girona, y no fue nada fácil para los agentes esclarecer la verdad que se escondía tras el macabro caso.
El kamikaze dio hasta tres versiones diferentes, pero finalmente se derrumbó y lo confesó todo. El hombre, de 66 años, es un gallego emigrado a Suiza, y el cadáver que llevaba al lado es el de su pareja que llevaba tiempo enfermo y con el que había planeado un último viaje que acabó de la peor manera.
El kamikaze condujo más de treinta kilómetros en dirección contraria mientras la policía trataba de pararlo. Finalmente se salió de la vía, en la localidad ampurdanesa de Jafra. Al revisar su vehículo descubrieron el cuerpo de otra persona, una cadáver en estado de descomposición aunque sin aparentes signos de violencia.
El fallecido es un ciudadano suizo de 88 años, llevaba dos o tres semanas muerto y tenía las manos momificadas. Los investigadores sospechan que el conductor había circulado con el cadáver al lado por varias localidades de España, aunque aún quedan dudas por resolver ya que el detenido no quiere dar más información.
Hasta ahora se sabe que, después de viajar por España, el conductor se había adentrado ayer en Francia. Al cruzar la frontera se encontró con un control y decidió dar la vuelta ahí mismo y circular en dirección contraria por la autopista, hasta reingresar en territorio español. La policía francesa dio el aviso a los Mossos de Esquadra que iniciaron una persecución de película durante unos treinta kilómetros.
Tras abandonar la autopista y meterse por una carretera secundaria, el fugitivo perdió el control del vehículo y se salió de la calzada. Fue entonces cuando los agentes se acercaron al vehículo y descubrieron que en el asiento del copiloto había un bulto cubierto con una manta. Al destaparlo apareció el cadáver de una persona.
El conductor fue detenido y trasladado a dependencias policiales, mientras que el cadáver fue llevado al Instituto de Medicina Legal de Girona donde hoy se le realizará la autopsia. A la espera de conocer exactamente la causa de la muerte, los primeros indicios descartan que se trate de un crimen.
El detenido es un gallego con nacionalidad suiza residente en España, y está previsto que pase a disposición judicial. Por ahora está detenido como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducir temerariamente.
La verdad tras el macabro caso
El hallazgo del cadáver causó asombro en los agentes de policía, que ya en dependencias policiales trataron de esclarecer el caso. El hombre explicó tres versiones diferentes, todas relacionadas con el coronavirus. Finalmente se derrumbó y explicó que su pareja sufría una enfermedad terminal y que habían decidido hacer un último viaje juntos.
Él era un gallego de 66 años y él un suizo de 88 años, y según las primeras investigaciones vivían en España. Se sospecha que el destino final del macabro viaje era Suiza, pero que al ver el control policial el hombre se asustó y dio la vuelta. Según ha explicado a la policía, en su último viaje habían estado en Italia, Madrid y Vilafranca del Penedès, pero durante el trayecto su pareja murió.
La policía tendrá que esclarecer ahora que pasó entre la muerte de esa persona, hace dos o tres semanas, y el momento en el que encontraron el cuerpo. Se descarta la muerte violenta, pero los investigadores quieren entender qué hizo esa persona con el cuerpo durante todo este tiempo y por qué viajaba hasta Francia con un cadáver al lado.