El 26 de julio de 2017 la vida de Antonio Vivar y Almudena Hidalgo cambió para siempre. En un despiste perdieron a su hija de vista y apareció muerta al día siguiente, arrollada por un tren. Lucía Vivar tenía solo tres años, y desde entonces sus padres luchan para que salga a la luz toda la verdad.
La justicia acaba de condenar a la empresa Adif por negligencia y falta de cooperación en la investigación. Adif es la empresa pública titular de la estación y la línea de ferrocarril donde encontraron muerta a la pequeña. La Audiencia Nacional le obliga a indemnizar a la familia de Lucía con 176.000 euros.
Se trata de la primera victoria judicial de los padres de Lucía, que presentaron un recurso contra Adif por negarse a asumir su responsabilidad. Pero no se detendrán aquí, y han anunciado su intención de seguir adelante con su lucha. Quieren presentar esta sentencia en los otros procedimientos abiertos.
Un nuevo paso adelante
El 26 de julio de 2017, a las 23:40 horas, los padres de Lucía la perdieron de vista mientras cenaban con unos familiares en la estación de tren de Pizarra (Málaga). Empezó entonces una agónica búsqueda que se alargó durante horas. A la mañana siguiente apareció sin vida en las vías del tren.
La justicia condena a la empresa Adif por no haber adoptado las medidas de seguridad necesarias para prevenir el accidente. Y no sólo eso, ya que también considera que puso dificultades para investigar la desaparición. Eso retrasó el hallazgo de la niña, y para entonces “ya era demasiado tarde”.
La empresa siempre se negó a asumir cualquier responsabilidad, y culparon directamente a los padres por “descuido de la atención de su hija”. Los padres presentaron un recurso contra la empresa, y ahora la justicia les da la razón. Es un nuevo paso adelante para la reapertura de la causa penal.
Qué dice la sentencia
El Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga archivó el caso en su día por falta de pruebas. Ahora, el abogado de la familia ha anunciado que presentarán esta sentencia para pedir la reapertura del procedimiento legal. Están seguros de que la extraña muerte de Lucía no fue accidental.
El Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo número 4 de la Audiencia Nacional condena a Adif. Le reprocha la falta de colaboración al impedir inicialmente las imágenes de las cámaras de seguridad, en las que aparecía Lucía. Eso retrasó el hallazgo de la menor, cuya muerte podría haberse evitado.
El magistrado concluye que sí existe relación de causa efecto entre el funcionamiento del servicio público y los daños reclamados por la muerte de la niña. Hubo, según la sentencia, una falta de colaboración por parte de la compañía. Retrasaron la búsqueda de la niña al impedir el visionado de las cámaras.
Bastaba con el visionado
Además, la empresa no suspendió el tráfico ferroviario ni adoptó las medidas de seguridad necesarias para evitar una desgracia. En concreto, no ordenaron un ‘marcha a la vista’ que consiste en obligar a reducir la velocidad de los trenes en un punto determinado. Eso, teniendo en cuenta que la niña podía estar en las vías.
Según la sentencia, el Centro de Protección y Seguridad no procedió correctamente al visionado de las cámaras de seguridad de la estación de Pizarra. Inicialmente dijeron a los padres que no se veía nada. Luego sí reconocieron que aparecía la imagen de la pequeña andando por las vías del tren.
“Por entonces ya era demasiado tarde”, afirma la sentencia, ya que los padres ya llevaban horas buscando a su hija. “Bastaba con el visionado de las imágenes grabadas durante diez minutos”, dice el juez. Y concluye que “ese visionado debería haberse realizado con la diligencia y minuciosidad que el asunto requería”.
Se podría haber evitado
El juez también reprocha a Adif el no haber interrumpido el tráfico viario como medida de seguridad excepcional. Admitiendo que se trata de una decisión muy drástica, concluye que dada la gravedad de la situación era una medida justificada. Los hechos ocurridos muestran que era la decisión acertada.
La niña andaba por las vías del tren de noche, lo cual dificultó la búsqueda hasta la mañana siguiente. Según el maquinista del tren que la atropelló, solo vio un bulto oscuro”. Revisando las cámaras con celeridad e interrumpiendo el tráfico ferroviario en aquella zona se podría haber evitado la muerte de Lucía.
Esta sentencia sirve como acicate a los padres de Lucía para seguir adelante con su lucha para hacer justicia. Quieren que se sepa toda la verdad de lo que le ocurrió a su hija de apenas tres años aquella noche. Una noche del 26 de julio de 2017 que se ha convertido en la más larga de sus vidas.