El caso Iñaki Urdangarin, uno de los más mediáticos de los últimos años en España, acabó con la decisión del juez de mandar el yerno del rey a prisión. Parece que fue hace mucho, pero no hace tanto. De hecho, Iñaki no ha cumplido ni la mitad de la pena, pero desde su celda de la cárcel de Brieva (Ávila) acaba de recibir una buena noticia que hará enfadar a más de uno.
La Junta de Tratamiento de la cárcel de Brieva ha propuesto que el marido de la infanta Doña Cristina, Iñaki Urdangarin, comience a disfrutar ya del tercer grado penitenciario. Ahora, la decisión tiene que ser ratificada por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
Sin embargo, fuentes penitenciarias aseguran que Prisiones no accederá a la petición del tercer grado por una razón: aunque no es un requisito indispensable para la semilibertad, Urdangarin aún no ha cumplido la mitad de la pena impuesta por el Tribunal Supremo. Pero hay otras fórmula que podría facilitar la salida al yerno del rey.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias estudia que se le aplique el artículo 100.2 del régimen penitenciario, de tal modo que podrá continuar con su labor de voluntariado en el Hogar de Don Orione, salir a trabajar si tiene posibilidad de ello y disfrutar de un par de fines de semana al mes de permiso, además de los que le corresponden por el segundo grado.
El juez de Vigilancia Penitenciaria ya le concedió ese régimen de vida, aunque fue revocado por el tribunal de la Audiencia de Palma que le juzgó. En todo caso, la decisión de Prisiones corregiría la adoptada por la Junta de Tratamiento de Brieva.
Esta propuso a la Secretaría General que el interno fuese clasificado ya en el tercer grado por su comportamiento ejemplar, tanto en su estancia en prisión como en los permisos de salida que ha disfrutado. La nula posibilidad de reincidencia o fuga, y el haberse hecho cargo de la responsabilidad civil de sus delitos desde el principio, también le ayudan.
A finales de año
La Junta de Tratamiento de la cárcel estuvo muy dividida a la hora de hacer su propuesta, hasta el punto de que la votación quedó 4 a 3 a favor del tercer grado. Ahora todo queda en manos de Prisiones, que es probable que decida en los próximos días.
La principal razón para que Interior deniegue el pase al tercer grado de Urdangarin es que el yerno del Rey aún no ha cumplido la mitad de la pena de cinco años y diez meses impuesta por el Tribunal Supremo por sus actividades en el caso Nóos. Iñaki Urdangarin entró en la cárcel en junio de 2018, y la semilibertad ahora podría ser interpretada como un trato de favor.
Interior ha querido siempre evitar esas sospechas. Las circunstancias actuales, en las que la figura del rey emérito Don Juan carlos se ve sometida a un gran desgaste, tampoco hacen aconsejable un movimiento en ese sentido aunque reúne los requisitos para el tercer grado. En este caso, pues, su parentesco con la Casa Real le juega en su contra.
Fuentes penitenciarias consideran que a final de año, o como muy tarde a principios del año que viene, Iñaki habrá progresado de grado y disfrutará del régimen abierto. Para entonces ya no habrá ni un solo argumento para mantenerlo en segundo grado. Hasta este momento, Iñaki Urdangarin ha disfrutado de tres permisos penitenciarios.