Uno de los integrantes de la Manada de Pamplona, José Ángel Prenda, está haciendo todo lo posible para disfrutar de permisos. El pasado mes de junio la prisión de Puerto III le denegaba una primera petición. En esa prisión está cumpliendo una condena de 15 años por agresión sexual a una joven de 18 años en el verano de 2016.
Pese a recibir una negativa por parte de la Junta de Tratamiento del centro penitenciario, ha vuelto a intentarlo. Apenas un mes después de aquella solicitud remitió una carta a la Audiencia de Navarra con una petición. "Que por favor, conste en mi ejecutoria y expediente penitenciario esta solicitud (de perdón) por escrito y se me dé copia de la misma", requería.
Con dicha copia en sus manos, Prenda volvió a insistir hace apenas unos días. El 22 de septiembre trató de que le concedieran un permiso para salir en libertad. El gesto no ha sido suficiente, y la prisión le ha denegado la petición.
Una vez llegado a este punto, el condenado y miembro de la Manada tiene la posibilidad de recurrir. En la siguiente instancia sería al juez de vigilancia penitenciaria. Sin embargo, según desvelan algunos medios, aún no lo habría hecho.
En el supuesto de que tampoco tuviera en cuenta su solicitud, la última instancia a la que podría recurrir sería la Audiencia de Navarra. Precisamente este tribunal fue el mismo que condenó al Prenda y a sus amigos. También fue el que recibió la misiva de "arrepentimiento total" y al que trasladó su petición de perdón a la víctima.
José Prenda lleva ya cuatro años en la cárcel, internado en dos etapas distintas. Y en la misma situación se encuentran los demás jóvenes que participaron en la violación grupal. Ya ha cumplido una cuarta parte de la condena, que asciende a 15 años.
Esta situación le permite, por lo tanto, solicitar permisos. Entre julio de 2016 y junio de 2018, permaneció en prisión preventiva. A partir de esa fecha, todos los miembros de la Manada saldrían en libertad pendientes de una sentencia condenatoria firme.
La decisión de los jueces fue recibida con indignación por parte de la víctima. Durante ese tiempo tuvo que soportar como sus violadores la cuestionaron públicamente y también algún juez. En concreto, el magistrado Ricardo González.
En su día defendió la absolución de los agresores al entender que el acto tuvo lugar "en un ambiente de jolgorio y regocijo". Era su punto de vista tras visionar uno de los vídeos que grabaron los componentes de la Manada.
Tanto el Prenda como el resto de condenados por la violación ya pueden pedir permisos para salir de la cárcel. De momento ninguno de ellos ha trasladado a las autoridades un escrito de perdón o solicitando disculpas a la víctima.
Todos ellos, salvo Ángel Boza, son reincidentes. También fueron condenados a dos años y 10 meses prisión por abusos a una joven en Córdoba. En concreto en la localidad de Pozoblanco.
Prenda, en entredicho por su actitud
Por este delito el Prenda fue culpado a cuatro años y medio. Él había sido el responsable de mandar el vídeo con los abusos a través del WhatsApp a los amigos.
La solicitud de perdón por parte de este joven fue recibido con incredulidad y recelo por parte de la víctima. "No se lo cree, así de claro", confesaba la abogada de la chica. Consideran que no se trata de un arrepentimiento verdadero.
Añaden que "si de verdad quisiera disculparse, no habría escrito al juzgado para que luego se airease a la prensa". Creen que bastaría con que le hiciera llegar el mensaje a ella.
Muestran su preocupación por la posibilidad de que Prenda pueda disfrutar de permisos penitenciarios. "Cree que esos beneficios no se los tienen que dar a él", cuentan.