Desde la delegación del gobierno de Seguridad Social dirigida por José Luis Escrivá se ha propuesto una reforma a las pensiones tras el acuerdo alcanzado por los partidos. Una de las consonancias que se espera cerrar tras el periodo estival es la modificación de los sistemas por incentivos que alarguen la jubilación más allá de los 66 años, y de la misma forma, modificar las penalizaciones para quienes se retiren antes del periodo que marca la ley.
Así lo ha planteado el político durante su intervención en la comisión del pacto de Toledo. En lo que se refiere a los incentivos para la conocida como jubilación demorada, el Ejecutivo central pretende extender un pago único previo al retiro de la cantidad que le corresponda a cada jubilación. Según esta parte del gobierno la medida supone dar un portazo al 4% de beneficio establecido sobre la pensión base por cada año de extensión.
De esta forma, Seguridad Social propone un pago único que puede llegar a los 11.000 euros, en función de lo que haya cotizado el trabajador y de los años que siga trabajando. Este bonus según ha comunicado el ministro podría ser incluso de más de 12.000 euros para las personas con vidas laborales más extensas. Según la nueva medida los trabajadores que se amparen a la nueva regulación tendrá un nuevo incentivo para hacerlo, ya que en vez de realizarse de forma prorrateada, el pago se efectuará de forma única.
«Proponemos generalizar la jubilación demorada para todos los casos, sin las restricciones que existen en el momento actual
Otro de los datos que ha apuntado es que esta vida laboral extendida solo se podría continuar durante un máximo de tres años. Ya que el objetivo no es realizar una sobrecarga laboral a un individuo, sino permitirle continuar ejerciendo su profesión si goza de salud.
Gracias a esta propuesta el incentivo para alargar el proceso de retiro se asemeja más atractivo por tratarse de un pago único que permite afrontar una situación económica con mayor liquidez, mientras que el prorrateo no deja de ser un incremento mensual, un pequeño empujón. Los potenciales beneficiarios de este proceso son aquellos que hayan cotizado como mínimo 15 años a la Seguridad Social, no hayan cumplido 70 años de edad y tengan la edad mínima de jubilación ordinaria para el año 2021.
Para poder optar a la bonificación del estado se ha de tener en cuenta que la retribución percibida será sustituida por los ingresos generados en la actividad laboral, por lo que no se concibe como una equiparación de salario, sino como opción previa al retiro en la estructura de la Seguridad Social.
La jubilación anticipada
Uno de los aspectos a los que sí se ha referido Escrivá es a la tendencia en España de promover la jubilación cuanto antes, es decir, de optar por el retiro anticipado. «Sabemos que el estar activo, trabajando y contribuyendo a la sociedad es algo que la mayoría de personas desean» comenta justificando su primer alegato el político.
La medida de la Seguridad Social pasa por endurecer el castigo para los ciudadanos que opten por dejar su empleo con anterioridad, ya que aumentaría la penalización en la pensión de aquellos cotizantes que se retiren cuando aún les queden dos años para hacerlo oficialmente. En la otra cara de la moneda, la reducción en la pensión sería menor que para quienes se retiren antes de la edad establecida por el gobierno. Además, se reducirán las penalizaciones a los trabajadores con vidas laborales más largas.
El último elemento de cambio es la que afecta a la jubilación parcial. Permite a los trabajadores dejar su actividad a tiempo completo, y hacerlo solamente unas horas a la semana en sus últimos años de vida laboral a través de ciertos requisitos. Escrivá desea fijar un tope para que, durante el primer año, solo se puedan trabajar el 60% de las horas totales comprometidas.