Tanto expertos de Ejecutivo central como agentes sociales se encuentran en un periodo de negociación para regular en que términos se establece la reforma de las pensiones tras el acuerdo alcanzado por los partidos. Una de las consonancias que se espera cerrar tras el periodo estival es la modificación de los sistemas por incentivos que alarguen la jubilación más allá de los 66 años, y de la misma forma, modificar las penalizaciones para quienes se retiren antes del periodo que marca la ley.
Según adelanta 'El Economista' en lo que se refiere a los incentivos para la conocida como jubilación demorada, el Ejecutivo central se plantea la posibilidad de extender un pago único previo al retiro de la cantidad que le corresponda a cada jubilación. Según la delegación del gobierno que dirige José Luis Escrivá, la medida supone dar un portazo al 4% de beneficio establecido sobre la pensión base por cada año de extensión.
En cálculos reales sobre una pensión de 20.000 euros supondrían un aumento de 800 euros por cada año de demora, todo ello claro está, bajo las bases y edad mínima de jubilación establecida para el año 2021. Según la nueva medida los trabajadores que se amparen en la nueva regulación tendrá un nuevo incentivo para hacerlo, ya que en vez de realizarse de forma prorrateada, el pago se efectuará de forma única.
La nueva medición
El 4% de mejora que existe hasta el momento se multiplicaría en un cálculo actuarial por un número de años en los que se supone se efectuará el cobro de la prestación. Es decir, en vez de aplicarse directamente sobre la cuantía que reparte el gobierno a sus contribuyentes de forma mensual, se realizaría en forma de único pago tras el total de años extra que el individuo pretendiera alargar la jubilación.
Gracias a esta propuesta el incentivo para alargar el proceso de retiro se asemeja más atractivo por tratarse de un pago único que permite afrontar una situación económica con mayor liquidez, mientras que el prorrateo no deja de ser un incremento mensual, un pequeño empujón. Los potenciales beneficiarios de este proceso son aquellos que hayan cotizado como mínimo 15 años a la Seguridad Social, no hayan cumplido 70 años de edad y tengan la edad mínima de jubilación ordinaria para el año 2021.
Para poder optar a la bonificación del estado se ha de tener en cuenta que la retribución que del individuo percibida será sustituida por los ingresos generados en la actividad laboral, por lo que no se concibe como una compatibilización de salario, sino como opción previa al retiro en la estructura de la Seguridad Social.
El límite de cobro
Uno de los aspectos que desde la administración se tiene claro es que en ningún momento podrá superar la pensión máxima fijada por el gobierno. En 2021 esta cuantía llega a los 2.707 euros al mes, salvo que se supere la pensión máxima sin aplicar los incentivos. En caso de que la base reguladora sea más alta que la pensión máxima, sí se podrá cobrar el complemento del 4 por ciento.
Según aseguran fuentes oficiales al medio citado, el plan es que aquellos que se hayan acogido al tipo de bonificación por prorrateo, también pueda cambiar de modalidad al único pago o al menos esa es la intención que transmite el ministerio. Por ello algunos ciudadanos que se contemplaran para ambos planes podría beneficiarse de las dos medidas aplicadas.
Este tipo de medidas pretende aproximar las pretensiones marcadas por el Paco de Toledo, que buscan acercar la edad real de jubilación a los 66 años, por los 64,5 que atribuye a los españoles el Banco de España. Una edad que aumentará a los 67 años en 2027 una vez se finalice la transición.