El coronavirus continúa cobrándose a su paso historias de múltiples españoles, muchos de ellos realmente queridos por las comunidades a las que le daban todo. Este es el caso del dermatólogo Juan de la Cruz Sánchez Estella, muy reconocido en Zamora por su gran trayectoria profesional y humana, que le ha hecho ganarse el respecto de todos los que le conocían. El sanitario falleció ayer mismo en el Hospital Virgen de la Concha a causa de las complicaciones generadas por el Covid.
El doctor era una persona muy querida en la ciudad y un dermatólogo de referencia para cientos de personas en toda la provincia. En su consulta privada compaginaba su actividad laboral con su trabajo en el Hospital de Zamora, donde era el jefe de Dermatología. El especialista ha trabajado toda su vida hasta que contrajo la fatídica enfermedad, de hecho desempeñó su labor en primera línea de la especialidad quirúrgica.
Estella era una persona cercana y alegre, hechos que le han servido para ganarse el favor tanto de compañeros como de pacientes. Por su valor humano la noticia ha dejado devastados a aquellos que le conocían y que le tenían como un referente profesional.
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La capilla ardiente será instalada en el tanatorio 'El Tránsito' y la misa previa a su funeral se celebrará el 12 de marzo a las 11 de la mañana en la iglesia parroquial de San Torcuato. Una vez finalicen los actos fúnebres su cuerpo será trasladado al cementerio de San Atilano.
El segundo sanitario fallecido en Hospital Virgen de la Concha
Otra noticia que consternó a este centro de salud fue el fallecimiento de Felisa Gallego, de 58 años de edad. Era una auxiliar de enfermería que murió «cuidando de todos» como reflejaron sus familiares en la esquela que acompañó sus actos fúnebres. Sus allegados también se vieron profundamente afectados por la muerte de la trabajadora de la planta Digestivo en el hospital Virgen de la Concha.
Son muchos los nombres del personal sanitario de primera línea que el Covid se ha cobrado. Otro de los casos más sonados es el de Pablo Riesgo, un joven de 26 años que perdía la vida por complicaciones derivadas del coronavirus, tras haber superado la enfermedad. El técnico en cuidados auxiliares de enfermería en el servicio de Urgencias del Hospital de Jove, de Gijón, había enfermado el pasado mes de noviembre por el patógeno, pero había logrado superar la enfermedad.
A causa de las complicaciones del coronavirus desarrolló una neumonía bilateral que lo mantuvo 12 días ingresado, motivo por el que permaneció conectado a una máquina de respiración. A pesar del grave episodio, logró sobreponerse y recibir el alta. Además, los expertos sanitarios le recomendaron que guardara reposo, consejo que no siguió para volver cuanto antes a la primera línea de lucha contra el virus.
«Volvió a trabajar, pero siempre estaba cansando. Sabemos que son secuelas normales y que tardan en desaparecer», explicaba la secretaria autonómica del Sindicato de Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería, Marisa Montañés. Desde este momento, comenzó a sentirse indispuesto, hecho que terminaría por determinar su ingreso en el mismo hospital en el que trabajaba.
Su estado continuó empeorando por lo que se le trasladó al Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo. Allí permaneció durante días hasta que no logró superar la enfermedad. Según señalaban los primeros indicios, que serían confirmados más tardes, las complicaciones sintomatológicas que presentaba Pablo se vieron agravadas por la incidencia del virus. De hecho el joven sanitario se había pronunciado en la Televisión Pública Asturiana con respecto al patógeno, que más tarde terminaría por quitarle la vida. «Lo tuve y vi que esta enfermedad, aunque seas joven, puede desarrollar síntomas graves y acabar, incluso en una UCI» sentenciaba.