25 de junio de 1986. En el kilómetro 95 de la carretera N-I bajando el puerto de Somosierra (Madrid), un camión cisterna sufre un accidente en el que fallecen el conductor y su esposa. Cuando la Guardia Civil informa de las muertes a la familia, estos preguntan: "¿Y el zagal de 9 años que iba con ellos en la cabina?".
Así empieza uno de los casos más célebres y misteriosos de la crónica negra en España. 35 años después de la desaparición de Juan Pedro Martínez Gómez, sus familiares siguen buscando respuestas. El 'niño de Somosierra' se esfumó cuando tenía 9 años (hoy tendría 44) y a fecha de hoy solo hay una hipótesis sólida.
Tras el accidente y la misteriosa desaparición del niño de 9 años, la Guardia Civil abrió una investigación que se cerró con una conclusión. El accidente se debió al exceso de velocidad y a un fallo mecánico con los frenos. Lo que no podían explicar era la desaparición de Juan Pedro, que hoy sigue siendo una incógnita.
Sus tíos Juan y Pedro tienen una teoría al respecto. El accidente no fue debido a un fallo mecánico casual sino que alguien manipuló los frenos del camión. En una parada de emergencia secuestraron a Juan Pedro y el camión volcó durante la persecución que emprendió el padre a más de 100 kilómetros por hora.
'¿Y el hijo de Carmen y Andrés?'
Andrés Martínez, de 36 años, salió la tarde del domingo de 24 de junio desde Cartagena, Murcia, hasta el País Vasco. Junto a él iban su esposa Carmen Gómez, de 34 años, y su hijo Juan Pedro, de 9. En la madrugada del día siguiente pararon en el Mesón Aragón, en la Sierra de Madrid, para tomar un café.
Tras retomar la marcha todo parece normal hasta que empieza la ascensión al puerto de Somosierra. En el primer repecho, el tacógrafo registra una parada de cero segundos. En los 18 kilómetros siguientes hace varias paradas de hasta dos segundos como máximo, pero la última dura 22 segundos.
Se trata del último repecho de la ascensión, para Juan y Pedro la clave del misterio de este caso. ¿Por qué iba el camión a 15 kilómetros por hora e hizo hasta 12 paradas si ese día no había tráfico? La única explicación es que el vehículo de delante les estuviera bloqueando el paso a velocidad reducida.
Tras la parada de 22 segundos en la cima del puerto, el camión inicia un descenso a más de 100 kilómetros por hora que acaba con el camión cisterna volcado. Tras adelantar a un primer camión, se llevaron el retrovisor de un segundo y chocaron contra un tercero que venía en sentido contrario.
Los dos camiones accidentados se salieron de la vía. Andrés y Carmen murieron, mientras que el otro chófer resultó herido grave. Al llegar los agentes notificaron la muerte de los dos ocupantes del camión cisterna, pero entonces surgió una pregunta intrigante: "¿Y el hijo de Carmen y Andrés?".
Una investigación por su cuenta
La Guardia Civil cerró el caso con una conclusión clara: "De forma imprevista, el camión perdió la eficacia de su sistema de frenado comenzando a ganar gran velocidad paulatinamente". Lo atribuyeron a una avería mecánica, que sin embargo no explicaba la extraña desaparición del niño de 9 años.
Pedro Gómez, hermano de Camren, y Juan, su primo. dudaron desde el principio de esta hipótesis. Aseguran que el padre había cambiado los frenos hacía poco, y además en la carretera había las típicas marcas de frenado de los neumáticos. La explicación tenía que estar en la parada de 22 segundos.
En aquel entonces, Juan tenía 29 años y trabajaba de informático en el ayuntamiento de Torre-Pacheco (Murcia). Pedro, un año menor, estaba empleado en el taller mecánico de su padre. Los dos se pidieron unas vacaciones y empezaron una investigación por su cuenta.
Durante días estuvieron contando los coches que pasaban por el tramo del accidente. También estudiaron al milímetro el tacógrafo del camión y lo enviaron a Alemania para obtener un análisis del fabricante. Realizaron todo tipo de experimentos para descubrir qué pudo haber pasado aquel fatídico día.
La conclusión final
Su conclusión final es que un vehículo estuvo haciendo pantalla al camión cisterna hasta que este se detuvo en la cima del puerto. Alguien sustrajo al niño de la cabina y emprendió una huida. Andrés persiguió a los secuestradores a toda velocidad hasta que chocó frontalmente con otro vehículo.
"A nuestro sobrino se lo llevaron los narcotraficantes", aseguran Pedro y Juan 35 años después del siniestro. Su teoría es que los narcos se llevaron al niño y obligaron a los padres a llevar droga en el camión a cambio de volver a verle con vida. En el asiento del camión habían aparecido trazas de heroína.
La última pista que consiguieron sacar a la luz los tíos del niño fue una furgoneta blanca que se paró después del accidente. En ella iban un hombre rubio y una mujer morena que se ofrecieron para auxiliar a los heridos. Pero después de darse una vuelta por el camión, desaparecieron.
Durante los años siguientes, Pedro y Juan no se rindieron y buscaron al niño desaparecido en 86.000 colegios públicos y privados de España. Su búsqueda no dio resultados y pasara lo que le pasara a Juan Pedro, a fecha de hoy la única realidad es que su paradero sigue siendo uno de los mayores misterios.