Noche del 12 de noviembre, Puebla (México). Juan Carlos estaciona su auto en un bulevar del centro y sale con una bolsa negra de plástico que desprende un fuerte olor. Dos agentes de patrulla notan en él un comportamiento extraño y se le acercan a él, sin sospechar siquiera lo que iban a encontrar en la bolsa.
En una revisión rutinaria, los agentes descubrieron dos cabezas humanas de un hombre y una mujer de avanzada edad. Juan Carlos fue inmediatamente detenido como presunto autor de las muertes. En un primer momento argumentó que unos sujetos le habían pagado para deshacerse de las bolsas, y que no conocía a las víctimas.
Tras varias horas de interrogatorio, Juan Carlos, de 28 años, confesó haber matado y descuartizado sus cuerpos. El asesino confeso cortó los cuerpos y repartió los trozos en bolsas de plástico. Su intención era deshacerse de ellas lanzándolas al río.
Su mujer le habría ayudado
El presunto autor de la muerte de sus suegros quedó detenido y al día siguiente fue puesto a disposición judicial. Horas después, vecinos de la misma zona alertaron del hallazgo de dos cuerpos en un domicilio. Agentes de la autoridad se desplazaron hasta el lugar, donde confirmaron que se trataba de dos cuerpos humanos.
Juan Carlos declaró ante el juez que había matado a sus suegros por haberle dejado en la calle junto con su esposa y sus hijos. Al parecer, el matrimonio y sus hijos vivían con los padres de ella, hasta que estos les echaron. La policía cree que el hombre actuó con la complicidad de su mujer e hija de las víctimas.
Ella habría ayudado a su marido a asesinar a sus padres el pasado viernes, y a deshacerse de los cuerpos por partes. La policía le investiga como presunta cooperadora en el doble homicidio. El juez ha decretado prisión provisional para él, y el secreto de las actuaciones.
En situación desesperada
Según fuentes policiales, “Juan Carlos dijo que su familia estaba en una situación de gran desesperación al no tener donde vivir”. El detenido aseguró que los padres de su mujer le habían desahuciado junto con la mujer y los niños. “Por eso planeó matar a los padres de su esposa, para quedarse con la casa”, aseguran.
Por ahora no han trascendido más detalles de una investigación que sigue en marcha y que tendrá que resolver varias incógnitas. Por ejemplo, quien participó en la muerte de los dos ancianos, o cómo se produjeron los crímenes. La policía acordonó la vivienda donde aparecieron los cuerpos, y está a la espera de los resultados de la autopsia.
La noticia ha copado los principales medios mexicanos y está en boca de todos. Sorprende la frialdad con la que el asesino confeso intentaba deshacerse de los cuerpos. Sin embargo, no es un caso aislado y hay ejemplos recientes de otros sucesos parecidos.
Un caso parecido hace poco
El pasado 23 de agosto, un hombre que parecía estar borracho fue detenido por policías locales de patrulla. El sujeto llevaba una mochila a la espalda, y al inspeccionarla vieron una cabeza humana dentro. El hombre quedó detenido como presunto autor del asesinato.
Las imágenes de seguridad captaron al joven tambaleándose mientras intentaba guardar un objeto en la mochila. Una vez lo consigue se lame la mano varias veces, como si estuviera limpiando algo. A continuación saca de la mochila una bolsa blanca dentro de la cual había una cabeza humana.
Las personas que pasan a su lado ni siquiera son conscientes de lo que está sucediendo, así que vuelve a guardar el objeto en la bolsa. Los comerciantes llamaron a la policía, que comprobaron el macabro contenido de la bolsa. Se trataba de una cabeza humana a la que, además, le faltaba una oreja.