A finales de junio, 14 jóvenes de Huesca sin síntomas de coronavirus fueron el origen del que hasta el sábado 4 de julio era el rebrote más grave desde el inicio de la desescalada. Por este motivo, las autoridades aragonesas establecieron el retroceso a la fase 2 de tres comarcas de la provincia oscense.
Como en el caso de Huesca, este es un nuevo perfil de contagiados muy diferente a los que había a principios de abril, cuando el covid-19 golpeó con dureza a toda España y los hospitalizados se contaban por miles.
La media de edad de los casos diagnosticados en el mes de mayo era de más de 60 años, pero ahora se sitúa en los 50 años en el caso de las mujeres y en los 47 en el caso de los hombres. Al ser personas más jóvenes y con menos patologías previas y más sanas, el 60% de estos nuevos positivos no tienen síntomas, siendo más dificultosa su detección.
El porcentaje de hospitalizados rondaba el 25% en abril y actualmente es del 8%
Lo más positivo de esta nueva tendencia es que en la actualidad la enfermedad provoca menos hospitalizaciones que tan solo hace dos meses. En abril los hospitalizados estaban en torno al 25% de los infectados, una cuarta parte, mientras que ahora es tan solo del 8%. Además, los pacientes que han ingresado en la UCI ha bajado al 2%, un dato que hace bajar la presión sobre el sistema sanitario.
«Estamos ante un descenso muy importante y ahora tenemos a muchos más jóvenes, los cuales reducen la media. Además, sabemos que en estas personas la gravedad de la enfermedad es por sí menor», apuntó la semana pasada el director del Centro de Coordinación, Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón.