Patrick Nogueira permanece entre rejas tras el brutal asesinato que cometió en 2016 en Pioz, Guadalajara. El joven decidió terminar con la vida de sus tíos y sus primos de 1 y 4 años, y descuartizar sus cuerpos.
El asesino fue condenado por los crímenes y actualmente se encuentra en prisión del Puerto de Santa María, en Cádiz. La vida en la cárcel de este joven brasileño no está siendo nada fácil y recientemente ha sufrido una agresión por parte de otros presos.
El asesino de Pioz ingresado en el hospital tras una paliza
La denominada como 'ley de la cárcel' sigue todavía rigiendo en muchos centros penitenciarios de todo el mundo. Una ley donde los presos actúan por cuenta propia y aplican sus castigos a aquellos delincuentes que traspasan ciertos códigos en sus delitos.
Abusar o matar a niños, mujeres o personas vulnerables suelen ser motivos suficientes para que el resto de presos apliquen su propia ley. Esto es, precisamente, lo que le ha pasado al asesino de Pioz, que cumple condena en un centro de Cádiz.
Patrick Nogueira ingresó entre rejas tras matar y descuartizar a su familia en 2016. Un crimen atroz que conmocionó a toda España y parte de Brasil. Ahora se ha sabido que un grupo de presos decidió "ajustar cuentas" con el joven brasileño propinándole una brutal paliza.
Como consecuencia de los golpes, Nogueira tuvo que ser hospitalizado y permaneció cuatro días ingresado, tal y como informaron fuentes penitenciarias. Tras ser dado de alta, volvió a la cárcel de Puerto III, en Puerto de Santa María (Cádiz) donde estuvo en el pabellón de enfermería.
Al parecer, se barajó la posibilidad de internar a Patrick Nogueira en un módulo especial alejado de algunos presos conflictivos, para evitar que volviera a ser víctima de agresiones. Se trata de una parte de la prisión dedicada a los internos que desean estudiar, que evolucionan positivamente o que son víctimas de agresiones.
"Es la ley de la cárcel"
Cuando se producen agresiones de este tipo, las instituciones penitenciarias inician una investigación para dar con los culpables. No obstante, el silencio impera entre los internos y "nadie sabe nada y nadie ha visto nada", por lo que resulta complicado dar con los agresores. Esta es la principal norma dentro de lo que se conoce como 'la ley de la cárcel'.
Analizando la naturaleza de la paliza donde intervinieron tantos presos, fuentes penitenciaras afirman que esta particular ley fue aplicada. Más aún sabiendo los crímenes por los que Patrick Nogueira fue condenado tras asesinar a toda su familia, entre los que estaban dos niños pequeños.
Todos los funcionarios del centro penitenciario de Cádiz se vieron sorprendidos por lo ocurrido, pues pensaban que estas represalias estaban erradicadas. "Antes era muy común, pero ahora parecía que lo teníamos más controlado y nos lográbamos anticipar", cuentan.
Una situación que obligaba a los internos señalados por sus compañeros a "refugiarse o estar al margen del resto para salvaguardar su vida". De hecho, los módulos donde permanecen aislados están repletos de pederastas y violadores, los principales objetivos de sus compañeros de encierro.
Un crimen atroz contado por Whatsapp
El caso de Patrick Nogueira ha sido uno de los asesinatos más brutales nunca vistos en nuestro país. El joven brasileño no solo mató a puñaladas a sus tíos y a sus primos pequeños, sino que se jactó de ello con un amigo.
Descuartizó sus cuerpos y los metió en bolsas de basura mientras se lo contaba mediante mensajes a un compañero. Mensajes donde lamenta entre risas que "no voy a tener dónde enterrar a la gente".
Tras los asesinatos, viajó a Brasil, su país de origen, mientras la Policía lo señaló como el único culpable. Un mes después decidió entregarse y regresó a España donde fue juzgado y encarcelado en la cárcel andaluza donde ha terminado pagando por lo ocurrido.