Fachada del Centro de Salud de Águilas-Norte, en Murcia

De película de miedo: Un joven español se desangra a propósito en Urgencias

El paciente, de 25 años, empezó a salpicar voluntariamente al personal sanitario y llenó todo el box de sangre

El personal de Urgencias de un hospital español vivió el pasado domingo, 29 de noviembre, uno de los peores episodios que se recuerdan en la zona y que tardarán mucho tiempo en olvidar. Eran las cuatro de la madrugada cuando el Servicio de Urgencias del Centro de Salud de Águilas-Norte, en la Región de Murcia. De repente, un coche llegó derrapando hasta allí y tres jóvenes bajaron y empezaron a golpear la puerta, para sorpresa del personal de seguridad que esa noche custodiaba la entrada.

Los guardias dejaron pasar a los jóvenes y vieron que uno de ellos, Diego, de 25 años, tenía un corte de gravedad en su antebrazo producto de un accidente doméstico. La sorpresa llegó porque el joven, en vez de dejarse ayudar por el personal sanitario mientras le trasladaban al SUAP (Servicio de Urgencias de Atención Primaria), empezó a gritar, insultar y golpear a los médicos y enfermeras que le estaban atendiendo.

El joven mostró una conducta muy violenta hacia los sanitarios: «Iba gritando que se moría mientras se dirigía al box, sin dejar que le atendiésemos, solo nos insultaba, amenazaba de muerte y manchaba de sangre las instalaciones y a nosotros mismos», explica uno de los sanitarios al medio 'El Español'. Según explican, el joven se había caído sobre una mesa de cristal, motivo por el que se estaba desangrando.

Pero en vez de poner de su parte, probablemente por los nervios del momento, la pagó con el personal sanitario y les expuso a una situación de riesgo máximo, porque los médicos no llevaban un traje de protección especial, sino que únicamente llevaban su mascarilla por protección ante el Covid-19. El reguero de sangre que el joven dejaba a su paso ponía en peligro su integridad física y su salud, ya que los médicos desconocían si el paciente podía tener además otras enfermedades que se transmitan por contagio a través de la sangre, como el VIH, la hepatitis o el mismo Covid-19. 

Ante esta situación, el personal que atendió al joven no tuvo más remedio que llamar al 112 y requerir la presencia de agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil para poder controlar al joven. El guardia de seguridad, que había intentado contenerle, recibió una patada en un estado «totalmente fuera de control». Los sanitarios admiten que no saben si Diego había consumido alcohol o drogas, pero sería una de las causas que podría explicar ese brote violento, sumado a los nervios por el accidente y la cantidad de sangre que estaba perdiendo. 

El joven vino acompañado por otras dos personas, un chico y una chica, y ellos tampoco consiguieron hacer que se calmase. Al final, además de la patada al guardia de seguridad, Diego acabó golpeando también a uno de los sanitarios con un puñetazo. 

Instalaciones del SUAP del Centro de Salud Águilas-Norte llenas de sangre
De película de miedo: Un joven español se desangra a propósito en Urgencias | SUAP Águilas-Norte

Diego acabó detenido

Cuando llegaron al lugar de los hechos dos patrullas de la Policía Local y una de la Guardia Civil, se encontraron las instalaciones llenas de sangre y un joven enfadado que no paraba de amenazar. También golpeó el mobiliario de las instalaciones y empezó a salpicar a propósito con su sangre al suelo, el material sanitario y a las personas que le atendieron. Según ha recogido el mismo medio por declaraciones de otro de los sanitarios, «los seis agentes que inmovilizaron al joven acabaron empapados».

Su estallido de violencia no impidió, después de la actuación de las fuerzas del orden, que el personal médico le acabase curando el brazo antes de trasladarlo en ambulancia al Hospital Rafael Méndez de Lorca, ya que necesitaba una intervención quirúrgica para terminar de curarle el brazo. El centro sanitario de Águilas-Norte tuvo que estar cerrado varias horas mientras el personal limpiaba el centro, que no había quedado en condiciones para recibir a otros pacientes. 

Más allá del episodio vivido, los sanitarios están más molestos con el joven por el hecho de no haberse querido hacer un análisis de sangre que por la violencia. Creen que tienen derecho a saber si el paciente tiene algún tipo de condición o enfermedad que pueda ser contagiosa, y ellos, como sanitarios expuestos a otras personas vulnerables, podrían acabar infectando a otras personas.

El Ayuntamiento de Águilas sí que ha tenido que activar sus protocolos de seguridad laboral para realizar pruebas a las catorce personas que estuvieron en contacto con la sangre del joven para determinar que no se hayan contagiado de ninguna enfermedad. Además, Diego, el joven con el corte, ha sido detenido por delitos de atentado contra un médico, desobediencia y resistencia contra agentes de la autoridad y por amenazas graves de muerte. Horas después quedó en libertad y se presentó otra vez en el centro, esta vez para hacerse la primera cura en el antebrazo.