El joven de 20 años que denunció una agresión homófoba en Madrid el pasado fin de semana ha rectificado su declaración. Según fuentes del Ministerio del Interior, la víctima ha admitido que las lesiones fueron consentidas y se las hizo otra persona.
Las mismas fuentes informan que su relato había presentado algunas lagunas durante su declaración. Ante eso, los agentes que llevan la investigación le plantearon las dudas que tenían sobre ello y el joven ha rectificado.
La Policía tenía serias dudas sobre su relato porque no encontraba ni testigos ni imágenes de cámaras que lo corroborasen. Los hechos ocurrieron en el barrio de Malasaña de la capital, una zona acostumbrada a mucho movimiento de personas. Por eso, los agentes encontraron raro no encontrar ningún testigo ni una sola cámara que confirmase su versión.
Según la nueva versión del chico, ni hubo ataque ni individuos encapuchados. Al parecer, las lesiones que tenía se las infligió una persona con la que habría estado manteniendo relaciones.
Los hechos denunciados ocurrieron el pasado domingo en el barrio de Malasaña de Madrid. Según la primera versión del joven, ocho encapuchados le atacaron en el portal de su casa y le realizaron varias heridas.
Entre insultos como "maricón" y "asqueroso", tumbaron a la víctima en el suelo y le bajaron los pantalones. Según explicó, le marcaron la palabra "maricón" en el glúteo. La Policía abrió rápidamente una investigación policial por un posible delito de odio.
Hace algunas horas, los investigadores descartaron que se tratase de una banda criminal. Aun así, investigaban si los agresores eran conocidos por la víctima o si había algún tipo de enfrentamiento entre todos ellos.
Según el joven, los ocho individuos iban con sudaderas, capuchas y mascarillas. Se desconoce si llegó a identificar a alguno de estos antes de cambiar su versión.
Posibles consecuencias legales para el joven
La investigación sigue su curso y la Policía ya ha remitido un atestado a los Juzgados de Castilla. Queda por especificar exactamente en qué circunstancias ocurrieron los hechos y si el joven podría ser acusado ahora de poner una denuncia falsa.
El chico ha confesado que no se trató de un ataque, lo que podría ser penable. De hecho, el artículo 457 del Código Penal recoge que la simulación de un delito prevé multas de seis a doce meses.
Aun así, ese mismo artículo especifica que la denuncia tiene que haber provocado acciones procesales. Por ahora, solo la Policía Nacional había abierto investigación y la Fiscalía no había actuado, por lo que podría no tener que afrontar consecuencias legales.
Fuentes jurídicas consultadas por La Sexta aseguran que ahora será el juez quien decida si abre una investigación. El juzgado ya ha recibido el atestado policial y hará falta esperar para ver cómo avanza. Si el juez considera que las actuaciones policiales ya constituyen un procedimiento judicial, podría abrir una investigación contra el joven.
La Fiscalía, en su memoria anual del 2020, informó que solamente el 7 % de los delitos de odio denunciados en España acaban siendo falsos. Por ese motivo, asociaciones LGTBI+ de todo el país están pidiendo que no se utilice este caso para menospreciar la oleada de violencia actual.
En los últimos meses, el colectivo LGTBI+ ha sido víctima de numerosas agresiones. El que tuvo más repercusión fue el de Samuel Luiz, asesinado durante una paliza en A Coruña durante la semana del Orgullo.
Ahora, piden no estigmatizar la lucha contra la violencia homófoba y tránsfoba por un caso de simulación de delito.