José Manuel Cobos es el español de 54 años que el pasado jueves 20 de enero se tiró del balcón de su casa cuando iba a ser desahuciado. El hombre cayó de una altura de tres pisos, pero logró sobrevivir a la caída. Cuando entraron en su casa, los Bomberos encontraron el cadáver momificado de un hombre de 84 años.
Sucedió en el inmueble del número 1 de la calle Palafox de Móstoles, en Madrid. El cadáver pertenecía al padre de José Manuel, un octogenario que llevaba muerto 18 meses. Según los investigadores, su hijo escondió el cadáver debajo de una cama para seguir cobrando su pensión a falta de ingresos.
Cuando la comitiva judicial llamó al timbre para efectuar el desahucio, José Manuel se tiró por la ventana desde un tercer piso. A pesar de las múltiples heridas que sufrió, sigue vivo y se enfrenta a un delito de estafa a la seguridad social. Los vecinos están consternados por el macabro suceso ocurrido en el bloque.
Orden de desahucio
El 20 de enero una comitiva judicial procedió a un desahucio en una vivienda de Móstoles en la que supuestamente vivían José Manuel y su padre. Se trata de una vivienda de alquiler de renta antigua. El propietario inició un proceso de desahucio tras muchos meses de impago de los recibos y varios requerimientos.
José Manuel se negó a abandonar la vivienda y por eso procedieron finalmente al desalojo. Pero cuando llamaron a la puerta el hombre se tiró por el balcón a un patio interior. Como resultado de la caída se fracturó varias vértebras, se rompió el bazo y la cadera y sufrió un traumatismo craneal.
Fue ingresado en el hospital Puerta de Hierro, donde se recupera de las heridas aunque dice no recordar nada. José Manuel Cobos trabajó en la construcción hasta que se quedó en el paro hace diez años. Desde entonces vive en una situación económica precaria, que le llevó a cometer una barbaridad.
Retiraba el dinero de la pensión
Cuando los Bomberos entraron en el piso, encontraron en una de las habitaciones el cuerpo momificado de su padre. El hombre, de 83, estaba metido debajo de la cama de una de las habitaciones y ahora tratan de descubrir la causa de la muerte. Todo apunta a que murió por causas naturales, y su hijo ocultó el cadáver.
Su intención no era otra que seguir cobrando la pensión de su padre y aliviar así su pobre situación económica. Eso es lo que creen los investigadores, ya que según han averiguado cada mes iba al banco a retirar el dinero de la pensión. Por eso no comunicó la muerte de su padre a nadie y escondió el cadáver.
La última vez que vieron al anciano con vida fue en junio de 2020. Creen que murió poco después de comenzar la pandemia, en verano de aquel año, lo cual coincide con el estado del cuerpo momificado. Es decir, que José Manuel Cobos habría estado viviendo 18 meses con el cadáver de su padre debajo de la cama.
No le pasaba la pensión a su exmujer
José Manuel se separó de su mujer en 2014 y se fue a vivir con su padre a Móstoles. Desde entonces empezaron los impagos de los recibos, que se han ido acumulando hasta ahora. Además, el hombre no le pasaba la pensión a su exmujer a pesar de haber firmado un divorcio de mutuo acuerdo.
El hombre nunca cumplió el convenio firmado, y para evitar pagarle la pensión a su ex se aisló y dejó de tener relación con familiares, amigos y vecinos. A pesar de todo, su exmujer y su hija pasaron muchos años sin denunciarle. Ha sido precisamente al hacer la demanda cuando se han enterado de lo ocurrido.
El abogado de la exmujer de José Manuel cree que “sabía muy bien lo que hacía” y que “lo tenía todo planificado”. Corrobora así la sospecha de la policía, de que guardaba el cuerpo de su padre para seguir cobrando la pensión. Aun así, desconoce la cuantía de la misma y lo que hacía con ella.
Los vecinos vieron algo raro
Los vecinos de José Manuel llevaban mucho tiempo sin ver a su padre y encontraban raro que una de las ventanas estuviera siempre abierta. Incluso cuando cayó el temporal de nieve de Filomena, la ventana estaba abierta de par en par. Además, José Manuel impedía a los otros dos hijos del anciano entrar en el piso.
El susto se lo llevaron cuando vieron a José Manuel tirado en el suelo del patio el pasado 20 de enero. Luego se enteraron de que el anciano estaba muerto hacía tiempo. “Lo raro es que llevábamos mucho tiempo sin verle, pero nunca pensamos que podía estar ahí fallecido”, dicen estremecidos.
Ahora piensan que pudo haber fallecido por falta de atención médica, de alimentación o de medicación. En este caso, José Manuel se enfrentaría a responsabilidades penales. Lo que sí tienen claro es que si no hubiera habido una orden de desahucio el caso no habría salido a la luz, y el cadáver seguiría debajo de la cama.