José Luis Galiana Blanc es asesor fiscal, tiene negocios en la hostelería, y está felizmente casado con una funcionaria.
A sus 49 años, este orgulloso padre de dos hijos suele llevar una vida ordenada y sin apuros. Por eso resulta tan extraño que no haya ni rastro de él desde el pasado 17 de febrero.
Hace ya dos semanas que no saben nada de él y su desaparición está rodeada de misterio. Desconocen qué hacía José Luis en el lugar donde desapareció, ya que allí no tiene amigos ni clientes. “Todo le iba bien”, apuntan desde su entorno en el diario El Español, pero se ha esfumado de forma extraña.
Su coche apareció estrellado en las rocas de un acantilado en Orihuela, Alicante, pero no había ni rastro del cuerpo. Los bomberos y buceadores tampoco han encontrado nada en el fondo del agua. La Guardia Civil trabaja sin descanso para esclarecer cuanto antes la extraña desaparición de José Luis.
La extraña desaparición
José Luis Galiana, desaparecido el 17 de febrero, cuenta con una prestigiosa trayectoria profesional y una sólida posición económica. Dirige una empresa de asesoría fiscal en Murcia y tiene varios negocios. Su tiempo libre lo dedica a su esposa y sus hijos, y sigue unas rutinas establecidas.
El jueves de hace dos semanas, a las 21:30 horas, saltó el dispositivo de seguridad de su Audi A1 rojo. La Policía Local encontró el vehículo del revés a los pies de un acantilado en la costa de Orihuela. En el coche no estaba el cuerpo de José Luis, así que movilizaron a los expertos en salvamento acuático.
Bomberos y buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas inspeccionaron la zona, pero ni rastro del hombre. Es extraño, porque el mar estaba en calma y la zona apenas tiene profundidad. Con estas condiciones, creen que un cuerpo de 1,85 como el de José Luis aparecería sin demasiada dificultad.
Un caso muy raro
La Guardia Civil no tardó en advertir que es un caso atípico, y abrió una investigación. En el lugar del accidente no encontraron marcas de frenazos del coche sobre el asfalto, lo cual lo hace aún más extraño. En el interior del vehículo estaba el airbag accionado y encontraron su teléfono móvil.
La Policía Judicial del Pilar de la Horadada, al mando de la investigación, no quiere dar más detalles por ahora. Barajan todas las posibilidades, desde una muerte violenta a un siniestro o incluso un suicidio, una desaparición voluntaria o un secuestro. Y a medida que pasan los días, las especulaciones crecen.
En el entorno manejan todo tipo de teorías, como que lo pararon en medio de la carretera, lo raptaron y tiraron el coche por el acantilado. “El Audio estaba con el motor en marcha y dentro no había señales de lucha, ni rastro de sangre”, afirman. También hay quien piensa en una venganza por una inversión fallida.
Tenía una reunión ese día
Entre las teorías sobre la desaparición de José Luis hay quien menciona a la mafia, y otros apuntan a un ajuste de cuentas. Pero en el entorno familiar aseguran que no tiene ningún problema con los negocios. No tenía deudas que le pudieran granjear enemigos, ni tampoco problemas con sus empleados.
Galiana regenta una casa de comidas para llevar en Puente Tocinos y un bar en la plaza de las Flores, el centro neurálgico del tapeo en Orihuela. La tarde que desapareció tenía una reunión de trabajo en San Javier. La policía revisa ahora su agenda de clientes y su móvil, en busca de una pista fiable.
Por el momento solo han observado el perfil de “un hombre familiar, serio, de rutinas fijas y que no se metía en problemas”. Además venía de buena familia, ya que su padre fue decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad de Murcia. Allí trabaja también su mujer.
Por qué fue a ese lugar
La policía analiza también los últimos movimientos bancarios y la actividad económica del desaparecido. El asesor fiscal estaba muy bien relacionado en el Colegio de Economistas. Solía jugar una pachanga semanal de fútbol entre abogados y funcionarios en el recinto polideportivo de La Flota, en Murcia.
Graduado en Administración de Empresas, con dos másteres y doce años de experiencia en el sector financiero, era un hombre con una agenda apretada. Los investigadores creen que la clave puede estar en la reunión de negocios que tenía ese jueves. Y en el trayecto que le llevó a la costa de Punta Prima.
En sus negocios no ven motivo alguno para que José Luis se haya ido voluntariamente. No recuerdan que tuviera ningún problema con los clientes, ni vieron nada extraño el día que desapareció. “Por la tarde vino a traer la compra, se marchó a la asesoría, y nunca más se supo de él”, dicen sus trabajadores.
Un hombre bajito con barba
La tarea de la policía consiste en reconstruir sus últimos pasos cuadrando la señal del teléfono con los repetidores de Murcia, San Javier y Orihuela Costa. También buscan rastros de ADN en el coche e inspeccionan el airbag. Quieren saber si estaba dentro del vehículo o si había alguien más.
Mientras, la incertidumbre crece en el entorno del desaparecido que no se explican qué pudo haber pasado. Solo llama la atención un hombre bajito con barba con el que José Luis solía reunirse habitualmente para hablar de negocios. Este y otros contactos del asesor están ahora en el punto de mira de la investigación.
La cara de José Luis está en todos los carteles y ha comenzado a aparecer en los cajeros automáticos de Euronet. Piden que cualquiera que tenga información sobre él se ponga en contacto con el Centro Nacional de Desaparecidos, al 649 952 957 o al 642 650 775. Todo, con la esperanza de encontrar a José Luis sano y salvo.