José, el joven de 20 años que dio una brutal paliza a su novia de 17 años en Jerez de la Frontera, sigue en busca y captura. El maltratador huyó a la Sierra de Cádiz después de haber golpeado a la menor amenazando con matarla. Se trata de un joven violento con antecedentes por malos tratos.
La imagen del rostro de la joven golpeada por su novio ha dado la vuelta como dramático ejemplo de la violencia de género. Todo, en una semana donde también han muerto en España un niño de 11 años, una adolescente de 14 y una mujer de 46. Todos ellos son víctimas del machismo.
La madre de la chica agredida ha explicado a Telecinco los detalles de la paliza. También ha hablado una expareja del agresor, que ha narrado los episodios de malos tratos a los que fue sometida. Este es un caso más de las muchas mujeres que no se atreven a denunciar por miedo a sus parejas.
Azotes, golpes y mordiscos
Este caso de malos tratos se desencadenó por un simple comentario de la joven: “José, es que nunca estamos solos, estoy mal”. Esto desató las iras del agresor, que la emprendió a golpes contra la muchacha hasta el punto de poner en riesgo su vida. Afortunadamente, la chica pudo escapar.
El joven la tiraba del pelo, la azotaba con un cable y la golpeaba y la mordía mientras la chica trataba en vano de zafarse. “Por favor no me pegues, me vas a matar”, gritaba la menor mientras era maltratada por su novio. “Para dejarte como estás, mejor matarte”, amenazó el joven mientras la seguía golpeando.
Finalmente pudo liberarse de él con la promesa de que no iba a denunciarlo. Sin embargo, al llegar a su casa se lo explicó todo a su madre y juntas pusieron la denuncia contra el agresor ante la Policía. Cuando acudieron a su domicilio ya no estaba, y sigue en paradero desconocido en busca y captura.
Maltratador sádico y reincidente
El maltratador de Jerez de la Frontera es reincidente y ya había ejercido la violencia al menos con una de sus anteriores parejas. Paula estuvo tres años con él y se libró de la muerte de milagro. La joven ha contado en Informativos Telecinco que en una ocasión la ató a la cama y le rompió varias costillas.
Paula relata que todo empezó con insultos por la forma como vestía al salir a la calle. “Puta” y “guarra” son algunos de los adjetivos que él le dedicaba “por ir enseñando el culo” y le prohibía pintarse. Lo que empezó como un control psicológico pasó a la agresión física al cabo de unos meses.
“Estuvo dos o tres horas pegándome”, cuenta entre lágrimas ante las cámaras, “con un bote de desodorante”. Según relata, la ató a la pata de la cama con un cinturón y le rompió las costillas. Ella lo denunció y emitieron una orden de alejamiento, pero ya ha acabado y ahora tiene miedo de encontrárselo.
No es la primera vez que lo hace
Paula ha contado su caso para que no vuelva a repetirse ya que “no es la primera que él lo hace”. De hecho intentó advertir a la joven agredida de que le dejara, que no le perdonara, y lamenta que le haya ocurrido esto. “No es la primera vez, va por la segunda y si lo dejan libre irá a por la tercera”.
El pasado fin de semana un padre mató a su hijo de 11 años en Sueca (Valencia) para vengarse de su exmujer. El matrimonio se estaba divorciando y él aprovechó el régimen de visitas para perpetrar el crimen. Horas después, un hombre mató a su expareja de 46 años en Nohales, Cuenca.
Ayer por la tarde un hombre de 32 años mató a su vecina de 14 en Oviedo. Jordi, Victoria y Erika son las últimas tres víctimas de la lacra del machismo en España, a las que hay que sumar muchas otras que afortunadamente sobreviven. El teléfono de violencia contra la mujer es el 061 y no deja rastro en el teléfono.