El instituto de Monforte de Lemos, A Pinguela, está de luto tras el fallecimiento repentino de uno de los miembros de su comunidad educativa. Este martes el centro educativo recibió la triste noticia de la muerte inesperada de uno de los docentes más novatos de su plantilla de profesores.
El maestro José Alberto García Tobío de 52 años falleció de manera inesperada por causas naturales. El docente impartía clases de formación y orientación laboral (FOL) en los ciclos de Formación Profesional que tienen lugar en este instituto monfortino.
Quienes le conocieron destacan la humildad del varón gallego que sin duda deja una huella imborrable en la historia del instituto monfortino y en la de sus alumnos.
Quién era el profesor de Monforte de Lemos que perdió la vida el pasado lunes
José Alberto García era un gallego nacido en la provincia de Pontevedra en 1968. Se formó en la Universidad de Santiago de Compostela donde se licenció en ciencias económicas y empresariales.
Su pasión por la docencia le condujo a especializarse en la rama de educación. Su trayectoria profesional le condujo a convertirse en profesor de la Escuela de Especialidades Antonio de Escaño en Ferrol.
También fue profesor en el instituto Losada Diéguez en el municipio de A Estrada (Pontevedra). Tan solo hacía un año que José Alberto García Tobío había aterrizado en las instalaciones del centro educativo de Monforte de Lemos, A Pinguela, para dar clases a los alumnos de FP.
El centro monfortino está consternado por esta pérdida dentro del claustro de profesores y ha querido transmitirle sus condolencias a la familia del docente.
«Todo el claustro estamos sorprendidos y consternados por su muerte inesperada. Llevaba en el centro solo desde el comienzo de curso, pero se hizo querer por su humildad tanto por los alumnos como por los compañeros. Le expresamos nuestras condolencias a la familia», comunicaron los responsables del instituto A Pinguela a través de un comunicado en sus redes sociales.
Otro caso que sufre la comunidad educativa en Galicia este año
Lalín, un municipio de Pontevedra en Galicia, amanecía un día de febrero del presente año consternado tras conocer la fatídica noticia de que José Manuel Cangado, un profesor de 38 años, había fallecido también de manera inesperada.
El joven era padre de familia de dos pequeños. La comunidad escolar del colegio Xoaquín Loriga de Prado, donde impartía clases de educación física, también le manifestó sus condolencias a la familia del fallecido. Según dicen compañeros de profesión del difunto, se trataba de «un rapaz formidable».
También un profesor de Foz de 62 años, cuyo nombre no ha trascendido, falleció a primeros de año en el interior de su vehículo. Según informan, un familiar lo encontró sentado e inconsciente en el interior de su vehículo. El allegado alertó a los servicios de emergencias, pero el docente yacía sin vida.
Todo apuntó a que el varón no se encontraba bien por lo que estacionó el coche y poco tiempo después falleció por causas naturales. Los agentes municipales cortaron la calle donde se encontró el cuerpo y el equipo de urgencias médicas le practicó una reanimación durante 40 minutos sin éxito.
Los tres casos apuntan a fallecimientos por causas naturales. Está siendo un año complicado para la comunidad educativa que al margen de esto, también sufre de reducciones de plantilla a colación de contagios por coronavirus y otro tipo de adversidades.
El más sentido pésame para la familia de José Alberto García Tobío, José Manuel Cangado y todas aquellas personas que hayan perdido algún ser querido por la razón que fuera.