Siete mujeres han muerto en España a lo largo de este 2021 a manos de sus parejas o exparejas, es decir, en casos de violencia machista. La última de ellas fue Jordina, una mujer de 34 años asesinada en Manresa (Barcelona) por su expareja.
Jordina llevaba algunos meses divorciada de su exmarido y padre de sus dos hijas, de siete y cuatro años, viviendo en una vivienda de la calle de la Pau. El pasado miércoles, 14 de abril, su exmarido, de 40 años, se presentó en la que había sido su casa, donde asfixió a Jordina hasta su muerte y luego intentó quitarse la vida tomándose varias pastillas, aunque no tuvo éxito.
Poco después llegaron los Mossos d'Esquadra al domicilio y se encontraron a la víctima con evidentes signos de violencia, con golpes y marcas del estrangulamiento que la acabó matando. A él, que todavía estaba en el piso, le detuvieron allí mismo después de que confesase ser el autor de los hechos, aunque primero le llevaron al hospital por el intento de suicidio.
Como suele ser habitual en este tipo de crímenes, no había antecedentes de violencia de género en esta pareja. Jordina llevaba toda la vida viviendo en la misma ciudad, donde se educó, encontró trabajo e incluso tuvo a sus dos hijas.
Ella trabajaba en el área de Juventud de la Consellería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia de la Generalitat de Catalunya y era muy conocida en el barrio. «Nunca piensas que esto te puede tocar de cerca. Es un horror», comentó una de las panaderas para 'El Español'. Jordina era una chica «normal» y «simpática», pero nadie se imaginaba que pudiera tener este tipo de problemas con su expareja.
La duda que queda ahora es qué pasará con esas dos niñas de siete y cuatro años que han perdido a su madre y cuyo padre pasará una larga temporada en la cárcel con casi total seguridad. Hasta ahora, tanto la madre de Jordina como la madre de su exmarido, es decir, las abuelas, eran las encargadas de cuidar de las niñas cuando ellos trabajaban, así que es probable que la tutela de las niñas recaiga en alguna de ellas en adelante.
Manresa, consternada por el crimen
La ciudad de Manresa está consternada por el crimen y el Ayuntamiento de la localidad decidió celebrar un minuto de silencio en la plaza mayor como medida de rechazo a la muerte de Jordina. Al acto acudieron cientos de personas de la localidad y representantes políticos de todos los partidos con representación en el consistorio, además de otras personalidades como el conseller de Trabajo, Chakir El Homrani.
El alcalde, Marc Aloy, denunció que «en Manresa ni en ninguna parte tiene cabida un feminicidio como este», mientras que el conseller hizo un llamamiento a acabar «con esta lacra» de una vez por todas. En ese sentido, explicó que su gabinete trabaja «cada día para prevenir y luchar para que las mujeres puedan vivir libres y sin ser ni sentirse amenazadas por la violencia machista».
María Descàrrega, representante del Consell Municipal de la Mujer, también intervino durante el minuto de silencio para recordar que «la educación» es la «principal herramienta para reforzar los valores morales y que esta víctima sea la última».
Las banderas del Ayuntamiento de Manresa ondean a media hasta desde el jueves, cuando se decretaron tres días de luto oficial en la localidad por el que ya es el primer crimen machista cometido en Cataluña en lo que va de año, y el séptimo en todo el país.
De momento, el Ayuntamiento no ha concretado si se va a personar como acusación particular en el juicio, aunque ha asegurado que estará al lado de la víctima. El agresor, por su parte, pasó a disposición judicial el viernes, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y la magistrada le envió a prisión provisional por un delito de asesinato hasta que se celebre el juicio.