El famoso pianista James Rhodes ha conseguido la nacionalidad española en tiempo récord. El Gobierno de Pedro Sánchez ha acelerado los trámites burocráticos en vísperas de hacerse efectivo el Brexit, que hubiera complicado el proceso. Fue el vicepresidente Pablo Iglesias quien se adelantó para dar la noticia en su cuenta de Twitter.
En su anuncio señalaba que la decisión respondía a «sus méritos artísticos y, sobre todo, a su compromiso frente al maltrato y la violencia contra los niños». El vicepresidente segundo define a Rhodes como «un símbolo de la nueva España».
El Consejo de Ministros anunció después que se le concede la nacionalidad por Carta de Naturaleza. Muchos han criticado la celeridad del Gobierno en ese proceso, sobre todo porque ponen en tela de juicio ese supuesto talento del pianista. El último pianista en recibir la nacionalidad española por Carta de Naturaleza fue Daniel Barenboim.
Sus detractores recuerdan aquella actuación que le mereció el apodo de «el piano bar de La Moncloa» en la que ponía banda sonora al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española, presentada por Pedro Sánchez. Se trataba de una versión de la Oda de la Alegría de Beethoven que para muchos no pasará a la historia por su brillantez.
Pablo Iglesias y James Rhodes mantienen desde hace tiempo una relación muy estrecha, y el propio vicepresidente bautizó la Ley de Protección de la Infancia como «Ley Rhodes». Hay que recordar que el pianista británico contó en el libro «Instrumental» su experiencia como víctima de abusos sexuales en la infancia y cómo la música le salvó la vida.
El músico decidió pedir la nacionalidad española a raíz del proceso de separación de la Unión Europea por parte del Reino Unido. Catorce meses más tarde el Gobierno le ha concedido la nacionalidad por Carta de Naturaleza, como ha sucedido con otros personajes insignes a lo largo de la historia como el escritor Mario Vargas Llosa y el actor Ricardo Darín.
En este caso sorprende la rapidez, porque a Rhodes le quedaban dos años para conseguir la nacionalidad por vía ordinaria. Algunos se acuerdan ahora de los músicos venezolanos que piden la nacionalidad escapando del régimen de Nicolás Maduro, o los músicos sirios que el célebre Jordi Savall reivindica constantemente.
A quién se concede la Carta de Naturaleza
La Carta de Naturaleza es una fórmula para reconocer la nacionalidad española a un extranjero y supone un mecanismo directo y totalmente discrecional. Se otorga por los méritos que el Gobierno considere, o según el Código Civil «cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales». En su esencia suelen ser motivos humanitarios o reparadores.
Entran en esta categoría los Erquiaga, una familia de vascos republicanos a los que Franco quitó la nacionalidad española, y Lorent Gómez Saleh, activista y preso político venezolano. También el senegalés Gorgui Lamine Sow, que salvó a un hombre de un incendio en Denia el año pasado en un acto heroico.
Pero la Carta de Naturaleza también se ha convertido en un mecanismo para nacionalizar a deportistas, como el caso de Ansu Fati, futbolista del Barcelona originario de Guinea Bissau. Anteriormente lo habían hecho también el congoleño Serge Ibaka y el montenegrino Nikola Mirotic, ambos jugadores de baloncesto, o el boxeador cubano Enmanuel Reyes Pla.
274.671 expedientes en espera
En realidad, recibir esta gracia del Gobierno no es nada fácil. Según datos del ministerio de Justicia, desde 2007 solo se ha concedido el 12,1% de las 7.706 peticiones. El procedimiento más habitual para conseguir la nacionalidad es la residencia, pero también es el proceso más lento: los requisitos y los plazos alargan los trámites durante años.
A ello se le sumaba la lentitud de la administración, que hasta hace poco no contaba con los medios para hacer frente a los expedientes acumulados. El 31 de mayo de 2018 había 374.622 solicitudes de nacionalidad por residencia sin resolver. El 30 de septiembre de 2020 la cifra había bajado a 274.671. A todos ellos les ha adelantado James Rhodes, el famoso pianista que ha sido premiado por el Gobierno con la nacionalidad exprés.