Dolor e incomprensión, son los sentimientos que ahora mismo embargan al entorno de los dos fallecidos en un trágico accidente en Abegondo (La Coruña). La tragedia, ocurrida la madrugada del domingo, se saldó con otro herido grave. El conductor era Jacobo Pérez Amor, un joven de 32 años muy querido en su localidad.
Jacobo, vecino de Culleredo, conducía el coche en el que murieron él y su acompañante, un amigo del trabajo. En el coche iba otro joven de unos treinta años, que igual que las dos víctimas mortales tuvo que ser excarcelado del coche. El vehículo en el que iban se salió de la calzada, y no hubo más coches implicados.
Las circunstancias en las que se ha visto envuelto el suceso añaden aún más dolor a la pérdida de dos personas jóvenes. Los jóvenes volvían de la Flor de Montouto, una localidad vecina en la que se celebraba un concierto. De regreso se encontraron con la muerte, en un destino marcado por la tragedia.
Cómo ocurrió el accidente
Jacobo, un compañero suyo de trabajo y otro amigo de nombre Gonzalo acudieron juntos a un concierto de Ariel de Cuba y la orquesta Cinema. Al volver a casa, ya de madrugada, tuvieron un accidente en la DP-0103 a la altura de Sarandós, Abegondo. Al volante iba Jacobo, que ese día llevaba un vehículo de sustitución.
Su coche estaba en el taller y cogió otro vehículo, un Citroen Xsara, con el que desplazarse hasta el concierto. En el camino de vuelta perdió el control del auto y chocaron contra el quitamiedos y varios árboles. El piloto, Jacobo, y su acompañante, del que no ha trascendido su identidad, murieron en el acto.
La segunda víctima mortal es un joven de origen latino afincado desde hacía poco tiempo en Culleredo. Ambos se conocían porque trabajaron juntos en Horta Coslada, aunque esta era la primera vez que salían juntos de fiesta. Lo hicieron junto a Gonzalo Pombo Veira, de 34 años, que se encuentra en la UCI con pronóstico grave.
'Muy buen chaval'
En la cafetería de la Estación de Bregua, donde Jacobo siempre solía parar, le recuerdan como “un muy bien chaval”. En el local están en shock tras conocer la noticia, igual que el resto de los vecinos de Culleredo. La víctima mortal, al que todos llamaban ‘Pichas’ era un chico muy conocido y querido.
De hecho, Jacobo era sobrino de Susana Amor, la concejala de Mayores del ayuntamiento de Culleredo. Además trabajó para varias empresas en el polígono industrial de Arteixo, donde la noticia también ha causado un enorme pesar. El joven fallecido estudió en el colegio Oleiro Hijas del Cristo Rey.
Parte de la familia de Jacobo vive en Tarrío, donde muchos vecinos acudieron a darles el pésame al conocer la tragedia. Esta tarde tendrá lugar el funeral, después de que el cuerpo haya sido velado en el tanatorio. Las banderas del ayuntamiento ondean hoy a media asta, en un municipio donde hoy reina el silencio.
Dolor en el pueblo
El ayuntamiento de Culleredo se ha volcado en el apoyo a la familia, tras uno de los peores sucesos que se recuerdan en el municipio. Hoy se ha realizado un minuto de silencio a las puertas del consistorio, en honor a las víctimas mortales. También con la esperanza de que el único superviviente se recupere.
El ayuntamiento ha mandado “las más hondas muestras de cariño en un momento tan difícil a la familia y las amistades de los dos jóvenes”. En el municipio sigue muy vivo el recuerdo de la tragedia del pasado mes de septiembre. Un joven de 22 años murió y otros tres resultaron heridos en un accidente en Culleredo.
También de madrugada, el coche en que viajaban los cuatro veinteañeros impactó contra el muro de una casa frontalmente. Los vecinos evitaron con una manguera que el coche saliera ardiendo. Aquel suceso quedó grabado en la retina de los vecinos, que ahora vuelven a vivir una tragedia similar.