Ivet tenía 25 años y un niño de 7 fruto de la relación con su expareja, Diego, que la tenía sometida a continuos malos tratos. El lunes tenían cita en los juzgados de Barcelona por una denuncia que ella había interpuesto por amenazas. Nunca llegaron, porque él la mató estrangulándola con sus propias manos.
Diego, de 28 años y nacionalidad ecuatoriana, se presentó el lunes por la tarde en la comisaría para confesar el crimen. Los agentes le acompañaron hasta el domicilio donde encontraron a Ivet muerta en la cama. Había juguetes por todo el piso, señal inequívoca de que allí vivía un niño pequeño.
Afortunadamente, el menor estaba con un familiar fuera del domicilio cuando su padre mató a su madre. Ivet es la octava víctima de la violencia de género en España en lo que va de año, la segunda en Cataluña. A pesar de que era una mujer sometida a malos tratos, no contaba con ninguna medida de protección.
Episodios diarios de malos tratos
Ivet era una joven de 25 años y nacionalidad española residente en un piso del barrio de las Corts, en Barcelona. Los vecinos atestiguan las peleas diarias que mantenía con su ex, y que todas las noches acababan a gritos. Últimamente la cosa había ido a más, y hace un mes escucharon como él la pegaba.
Según desvela en El Periódico la hermana de la víctima, Claudia, desde que se separaron él la perseguía y la amenazaba. Ivet presentó una denuncia por amenazas y este lunes los dos tenían cita en los juzgados para ratificarla. La mujer tomó la decisión aconsejada por la policía tras una agresión.
En lugar de presentarse a los juzgados, Diego mató a su expareja y luego se entregó a la policía. Tras salir a la luz el asesinato de Ivet los vecinos han relatado los episodios diarios de malos tratos a los que era sometida. Aseguran que la pareja discutía cada noche, y que hace un mes hubo algo más que gritos.
La peor discusión, hace un mes
Una vecina que duerme pared con pared con el comedor de la pareja escuchó todo lo que ocurrió aquella noche. “Ella sollozaba pidiendo el móvil, y él respondía que si era esto lo que quería”, explica la vecina. Al parecer él le había quitado el teléfono y estaba intentando acceder a sus conversaciones.
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La discusión fue subiendo de tono hasta que él la golpeó, esta vecina llamó a la policía y su hijo intervino. “Le retó a pegarle a él si era tan hombre”, relata en el citado medio, según el cual en otra ocasión Ivet pidió a gritos que alguien llamara a la policía. Los agentes fueron en su ayuda y le aconsejaron que denunciara.
El inmueble está situado en el número 839 de la calle Gran Via de les Corts Catalanes junto a la plaza Glòries. Los vecinos están consternados con lo ocurrido, pero no sorprendidos por lo que fue una tragedia anunciada. Aunque no conocían directamente a la pareja, sí les veían a menudo entrar y salir.
Le recibieron al grito de asesino
Recuerdan que Diego iba siempre en bicicleta y que Ivet entraba y salía para ir a dejar a su hijo al colegio o recogerlo. Según cuentan los vecinos, ella era muy joven, de ojos azules y larga cabellera rubia hasta la cintura. Él era alto y delgado, y fue recibido al grito de asesino en su regreso al lugar del crimen.
El asesino se entregó en la comisaría de la Guardia Urbana de Sant Martí a las 18:30 horas, después de cometer el crimen. Se trata de un edificio cercano a la vivienda que víctima y agresor compartían desde hace años. Los agentes descubrieron el cadáver, detuvieron al maltratador e iniciaron una investigación.
El caso está en manos del Grupo de Homicidios de los Mossos d’Esquadra, y se confirma que se trata de violencia de género. Ayer al mediodía volvieron al lugar del crimen con el arrestado para reconstruir los hechos. Un vecino le miró a los ojos preguntándole por qué, y él le devolvió la mirada pero no respondió.
Durante más de una hora estuvo explicando a los agentes como sucedió todo, y después fue devuelto a dependencias policiales. En las próximas horas está previsto que pase a disposición judicial. De momento, el juzgado de instrucción ha decretado el secreto de sumario para facilitar la investigación.
‘Siento no haber estado allí para protegerte’
La hermana de Ivet se ha despedido de ella con un emotivo mensaje en las redes sociales. “Te quiero mucho, Ivet, nunca llegué a pensar que esto podía pasar, no entiendo como se puede hacer algo así. Lo siento mucho por todas nuestras peleas, por no haber podido ser mejor hermana, por no haber estado allí para protegerte”, escribió.
En la plaza del ayuntamiento de Barcelona hubo un minuto de silencio en memoria de la segunda víctima de violencia de género en España. En el acto estuvo la alcaldesa Ada Colau, y también el presidente catalán, Pere Aragonés. Ivet había hecho el paso de denunciar, pero no le sirvió de nada.
Su hermana recalcó que la vida de Ivet se había convertido en un calvario desde que rompió con el padre de su hijo. Según las estadísticas el 84% de las mujeres muertas por el machismo no habían denunciado los malos tratos. Ivet sí lo hizo, pero inexplicablemente no contaba con protección y no le sirvió de nada.