Álex Ustés murió el 23 de febrero, Esteban Sepúlveda el 19 de marzo, y Claudia Salgado el 21 de marzo.
Eran estudiantes de cuarto de la ESO y primero de Bachillerato, y tenían algo en común: iban al mismo centro escolar. “Estamos absolutamente tristes y anonadados por las circunstancias”, expresa el IES Basoko.
La tragedia se ha cernido en el último mes sobre este colegio ubicado en el barrio de Iturrama en Pamplona. En cuestión de pocos días ha perdido a tres de sus alumnos víctimas del cáncer (dos de ellos) y una muerte súbita. La noticia ha corrido por las redes, desatando todo tipo de bulos y especulaciones,
Alumnos y profesores están devastados, y la dirección del centro ha emitido un comunicado con motivo de las muertes. Tanto el colegio como el departamento de Educación se han volcado en el apoyo psicológico a los menores. También han pedido que nadie aproveche la desgracia para sembrar la confusión.
Tres alumnos muertos en un mes
Álex Ustés tenía 16 años y era alumno de primero de Bachillerato en el colegio Basoko de Pamplona. El pasado 23 de febrero murió víctima de una larga enfermedad que padecía desde hacía tiempo, dejando desolados a todos sus compañeros. Era un alumno muy conocido y querido en el centro pamplonés.
El pasado 19 de febrero, un cáncer se llevó a Esteban Sepúlveda y añadió más pesar a la ya golpeada comunidad educativa. “Nuestro alumno ha fallecido tras una dura batalla contra el cáncer”, expresó el colegio en una nota en redes sociales. Estudiaba cuarto de la ESO y estaba muy implicado en todas las actividades.
Aún inmersos en un profundo dolor, alumnos y profesores del Basoko recibieron la peor de las noticias. Claudia, una alumna de cuarto de la ESO a punto de cumplir los 16, murió súbitamente mientras dormía. Fue el pasado 21 de marzo, hace apenas dos días, y su muerte ha hundido a todo el entorno.
‘Días tristes en el Basoko’
Héctor Fernández Bahíllo, director del IES Basoko, ha expresado la consternación en la que se hallan y ha pedido respeto para las familias. “Son días tristes para el Basoko, nuestros niños se enfrentan sin indulgencia a una lección que nadie quiere aprender”, ha escrito. “Tres de ellos nos abandonan en menos de un mes”.
“Claudia se fue mientras dormía, nuestra princesa, dejándonos con el temblor entre los huesos y la sensación de que no somos nada”. Así se expresaba tras la última e inesperada muerte. Ahora todos sus esfuerzos se centran en ofrecer el apoyo necesario a los amigos y compañeros de los niños fallecidos.
“Hacemos todo lo posible para volcarnos con ellos, dejándoles el espacio que puedan necesitar para pasar este proceso doloroso”, dice el director. Han habilitado un espacio en el salón de actos para que los alumnos puedan escribir mensajes y dedicatorias. Un templo improvisado para el recuerdo de Álex, Esteban y Claudia.
Bulos y teorías de la conspiración
Es difícil explicar el dolor que embarga estos días a la comunidad educativa del Basoko. El departamento de Educación y otras asociaciones se han sumado al apoyo a los chicos. Y a pesar de la dureza, las redes sociales e incluso algunos medios de comunicación han aprovechado para difundir bulos.
Insinúan que las muertes están relacionadas con las vacunas del coronavirus y lo hacen, además desinformando. “Un cáncer, una muerte súbita y otra desconocida”, se puede leer en un mensaje. Sin embargo, sólo una de las muertes ha sido repentina e inesperada, ya que las otras dos han sido por enfermedad.
“La gente está hablando sin conocimiento de causa, extendiendo información errónea”, ha afirmado el director del centro. “Prefiero no darle más espacio y centrarme en agradecer a quienes mandan ánimos así como solicitar respeto para las familias”, ha añadido. Su dolor es el de toda una comunidad que ahora necesita silencio.