Isidro junto a la imagen de unas manos ligadas por unas esposas

Isidro, el español que pasó un año en prisión siendo inocente: 'No reconocen el error'

Su esposa siempre confió en él y nunca se rindió

El español Isidro Lozano  ha pasado más de 350 días encerrado en una  celda siendo  inocente. El 31 de mayo de 2018 recuperó su libertad. No obstante, su vida no ha vuelto a ser la misma desde entonces.

Entró a prisión sin haber hecho nada

Para Lozano en junio de 2017 su destino cambió para siempre. Fue entonces cuando entró a la cárcel por un crimen que no cometió.

El primo de su mujer María le acusó de haberle agredido. Todo era falso, algo que lamentablemente tardó tiempo en demostrarse.

A pesar de que ha intentado rehacer su vida, su memoria todavía le recuerda aquellos 352 días que permaneció interno en prisión. Además, tiene numerosas secuelas que le "le afectan en diversas áreas de su vida diaria". Isidro Lozano ya ni siquiera trabaja, está incapacitado.

"Lo han metido en la cárcel sin haber hecho nada", ha explicado su mujer a EL ESPAÑOL. Todavía se pregunta por qué y es incapaz de encontrar respuesta.

Tiene la voz rota cuando habla de este asunto que tanto le atormenta desde aquel fatídico mes de mayo de 2017.

"Esperaba al juez en el pasillo para intentar hacerle ver que su decisión era un error", ha señalado.

María tenía claro que su marido era inocente y tenía que sacarlo de la cárcel. "Le pido, por favor, que mire las pruebas. Estamos a tiempo de parar esta catástrofe", rogaba al juez, que lo consideraba siempre culpable.

En su caso, se presentó un informe del forense judicial que recomendaba el "no ingreso por riesgo a la vida y al deterioro". Este documento fue apoyado por la Fiscalía e, incluso, por la parte contraria. No obstante, el magistrado "ya tenía su mazo en la mano", según María.

La justicia sigue sin reconocer su error

Junto a su abogado, Jordi Ventura, ha emprendido una batalla legal contra una sentencia firme. La ha ganado y ha vencido curiosamente a la justicia.

Ha pasado miedo y muchas noches sin dormir. Su marido vivía encerrado en una celda sin haber hecho nada. "Hay gente que no puede más y se suicida", ha confesado.

"Lo que más me duele es que no puedan reconocer el error", señala la mujer de Isidro Lozano. Si no fuera por ella, su marido habría cumplido toda la condena.

El día de su salida de Alhaurín de la Torre fue un gran momento tanto fuera como dentro de prisión. "Tocaban las cazuelas para festejar que mi marido iba a poder salir de prisión", ha contado la mujer del inocente.

A pesar de que su encarcelamiento había terminado, una parte de él todavía sigue en la cárcel. Sus recuerdos no le dejan olvidar el pasado que tanto daño ha hecho a su familia. De hecho, "ve un policía y piensa que le van a detener", ha revelado su esposa.

Los hechos que lo metieron en prisión

El acusado mantuvo una agitada conversación con dos hombres, uno de ellos pariente de su mujer. La disputa se fue caldeando y hubo un pequeño enfrentamiento físico.

Los lesionados acudieron a sus centros sanitarios y el acusado recibió asistencia médica en Marbella. "Mi marido estaba ingresado en el horario de la agresión. Para mí, eso era crucial", ha señalado la esposa de Isidro Lozano.

Los hermanos del acusado se desplazaron al centro en el que estaban siendo atendidos los otros lesionados y les agredieron, de acuerdo al fallo del juez. No obstante, él seguía hospitalizado y no participó en la nueva disputa.

Lamentablemente, este hombre fue condenado a cuatro años y medio de cárcel sin haber cometido ningún delito.

"Nosotros somos culpables, pero nuestro hermano es inocente", confesaron entonces los verdaderos agresores al Diario Sur de Málaga.

La sección novena de la Audiencia Provincial de Málaga por el contrario aseveró que "los hechos probados son legalmente constitutivos de un delito de lesiones".

El juez de la Audiencia Provincial obvió los recursos presentados por su abogado, en el que figuraba la hora de salida del centro. Finalmente, la sentencia decretó su ingreso en prisión.

Tras años de sufrimiento, la pareja solicitó una compensación económica de 900 000 euros. En la actualidad, solo les han dado 3000 euros, ya que la demanda ha sido parcialmente estimada.

A pesar de que todavía les queda mucho por luchar, la pareja está unida y trata de sobrellevar de la mejor forma su situación.