Desde hace tres semanas, en el litoral almeriense aparece, cada día, un delfín agonizante en la arena. Las cifras son alarmantes. El último, este jueves, una hembra adulta de delfín listado que se estaba golpeando contra las rocas. «Presentaba insuficiencia respiratoria, convulsiones y un nivel muy alto de descoordinación. Se intentó estabilizar, pero murió en segundos», explica a NIUS Eva Morón, coordinadora de Equinac, la ONG especializada en el rescate de animales marinos en el litoral almeriense desde hace casi dos décadas. Se sospecha que puede ser el 'morbillivirus' como el causante de la alta tasa demortalidad: un patógeno que ya acabó con la vida de casi mil cetáceos en el año 1.990.
Pandemia en los cetáceos, 'morbilivirus'
Esta alta tasa de mortalidad ha hecho saltar las alarmas. «Nos preocupa porque no es normal. Otros años podemos tener, como mucho, dos o tres varamientos al mes, pero sobre todo, en julio, no ahora», advierte Morón que sospecha del llamado ‘morbillivirus' como el causante de este repentino empeoramiento en el estado de salud de los delfines. Un patógeno, letal para los cetáceos, que causa lesiones multiorgánicas, principalmente en los sistemas respiratorio y nervioso.
La infección causa enfermedad grave en estos animales que provoca neumonía, encefalitis y daño en el sistema inmune, lo que afecta a los cetáceos, provocándoles disminución de la capacidad para nadar y permanecer a flote sin ayuda. Desde el descubrimiento del virus en 1987, se ha comprobado que causa frecuentes epidemias que provocan mortalidad en masa de las poblaciones de cetáceos. Las epidemias puedes ser identificadas con facilidad por incrementar el número de cetáceos varados en las playas.
Aún no se disponen de pruebas suficientes para afirmarlo con rotundidad, pero según explican desde Equinac, la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio Transición Ecológica ya les ha informado de que va a financiar el coste del análisis, en un laboratorio especializado, de las muestras de los órganos de los delfines encontrados estos últimos días.
Imposibilidad de vacunar mamíferos salvajes
«El gran problema de este virus es que, como la covid, muta continuamente y va adquiriendo nuevas cepas», se lamenta Morón que reconoce que poco se puede hacer ante él. «No podemos vacunar a delfines salvajes», se lamenta. De ahí, la dificultad de controlar la acción de este patógeno que, según los expertos, se vuelve más letal con la contaminación. «El sistema inmune de los delfines se debilita y el virus los ataca con más fuerza». Desde la ONG inciden en que este virus no se contagia a seres humanos, sin embargo, preocupa que pueda transmitirse a las costas cercanas . Ya en 1990, el ‘morbillivirus’ mató un millar de delfines del levante español y en 2007 y 2011 se volvieron a detectar sendos brotes.
¿De dónde nace este virus?
Este virus no es nuevo y apareció en 1988 cuando se detectó un gran número de marsopas muertas en la costa de Irlanda, comprobándose que la causa de la muerte fue un morbillivirus, entre junio de 1987 y mayo de 1988 aparecieron gran cantidad de delfines mulares (Tursiops truncatus), muertos en la costa atlántica de Estados Unidos, detectándose la presencia del mismo virus, en 1990 se reprodujeron los hechos en las costas del Mediterráneo, afectando en esta ocasión a delfines listados (Stenella coeruleoalba).
Desde entonces se han detectado nuevas epidemias que han provocado la muerte de ballenas piloto (Globicephala) y otras especies de mamíferos marinos. El agente causal ha sido denominado morbillivirus de los cetáceos. En definitiva, como vemos, se trata de una variante acuática como podría ser el covid, pero que solo infecta mamíferos marinos del orden 'Cetacea', provocando una enfermedad contagiosa en delfines, marsopas y ballenas. No afecta a la especie humana. Se han identificado tres subtipos: de delfín, de ballena piloto y de marsopa.