La vacunación contra el coronavirus cada vez está más avanzada en España y en muchos otros países, especialmente europeos.
Cada día miles de personas se administran una de las dosis de las vacunas que les corresponden. Como sabemos, tras la administración de estas vacunas existe la posibilidad de desarrollar ciertos efectos secundarios.
Los más comunes suelen ser la fatiga, malestar general, dolores de cabeza y cefaleas, fiebre y dolor en el brazo. Por norma general, además suelen aparecer más habitualmente en las segundas dosis.
Además, según la vacuna que se haya puesto la persona, se es más propenso a tener unos determinados síntomas u otros. Lo cierto es que, hasta el momento, todavía se investigan todos estos efectos secundarios.
Desde que se comenzaron a administrar las vacunas han ido surgiendo cada vez más y más. Además de los principales, se ha hablado ya de cosas como inflamaciones en los ganglios linfáticos, desajustes hormonales, náuseas, zumbidos en los oídos, etc. Algunos de ellos confirmados y otros en investigación.
Es algo normal, a medida que más gente se va administrando las dosis, más efectos secundarios distintos se van notificando. Como hemos dicho, el cuerpo de cada persona reacciona de una manera diferente.
Ahora la Agencia Europa del Medicamento (EMA, según sus siglas en inglés) está investigando tres nuevos síntomas que podrían también vincularse con las vacunas, aunque por el momento no está confirmado.
Reacciones en la piel y afectaciones en los riñones
Estos nuevos síntomas que ahora estaría investigando la EMA como efectos secundarios son síndrome nefrótico, glomerulonefritis ─estos dos vinculados con los riñones─ y eritema multiforme.
Estos nuevos posibles síntomas estarían vinculados con las vacunas concretas de Pfizer y Moderna y se habrían notificado por algunos pacientes tras habérselas puesto.
El eritema multiforme es una reacción que produciría la vacuna en la piel, una especia de alergia que provoca lesiones cutáneas redondas. Estas pueden afectar también a las membranas mucosas de las cavidades internas del cuerpo.
Según la EMA, este efecto secundario habría sido registrado tras la vacunación en un "pequeño número de caso". Como decimos, no se trata de un efecto adverso confirmado al 100%, pues se encuentra todavía en investigación.
Por otra parte, los otros dos efectos secundarios que también se investigan tienen que ver con problemas en los riñones. Serían tanto la glomerulonefritis como el síndrome nefrótico.
La glomerulonefritis es una inflamación de los diminutos filtros de los riñones y el síndrome nefrótico es un trastorno renal que hace que los riñones pierdan demasiadas proteínas en la orina.
Hay pacientes que, tras vacunarse, han presentado orina con algo de sangre o bien espumosa, también algunos tipos de edemas, generalmente hinchazones en los párpados, los pies y el abdomen.
Todos estos síntomas estarían ahora siendo investigados como posibles efectos secundarios de las vacunas de Pfizer y Moderna. Tendrá que determinarse en el futuro si es así o han sido casualidades.
Por el momento no se sabe mucho más sobre estas posibles consecuencias de la vacuna. El Comité de Seguridad de la EMA se pronunciará sobre ello en cuanto haya una respuesta concluyente.
La EMA descarta los trastornos menstruales como efecto secundario
Una de las cosas que sí ha confirmado ya la Agencia del Medicamento Europeo es sobre los trastornos menstruales. Muchas mujeres los han notificado tras ponerse las vacunas, pero la EMA asegura que no serían provocados por estas.
Al parecer, no se ha encontrado ninguna asociación causal que haga pensar que ambas cosas tienen una vinculación. De hecho, se ha asegurado desde la organización que estas variaciones menstruales son "muy comunes y pueden ocurrir sin una condición médica subyacente".
"Las causas pueden ir desde el estrés y el cansancio hasta condiciones médicas subyacentes, como los fibromas y la endometriosis", se ha asegurado desde el órgano oficial.
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