Un instituto de Sevilla ha optado por aprobar de golpe los ocho suspensos de un alumno de 2º de la ESO. La decisión de la dirección del centro ha generado bastante controversia. Al parecer, se trataba de un joven que no pisaba las aulas desde hace tiempo.
La decisión viene motivada por la reclamación de la madre, que entendía que el menor había estado abandonado. Para no sufrir una inspección de la Consejería, la directora del instituto lo tuvo claro. Optó por convencer a los profesores para que lo aprobaran.
Los ocho suspensos con los que acabó el curso el alumno desaparecieron después de que rectificaran los maestros. En las actas de las reuniones, aparece como la madre del chico solicito una revisión de las notas, recoge El Mundo.
Entendía que el estudiante había "estado desatendido" y reclamaba una "excepción en su caso". Justificaba las continuas ausencias a sus problemas de asma, que le impedían llevarle al instituto.
En ningún momento presentó ningún documento que acreditase problemas de salud. E incluso desde la propia Consejería de Educación de Andalucía reconocen que la "ausencia no tiene justificación". Sobre todo porque "ser asmático no le imposibilita acudir a clase".
Ocho suspensos obligaron a movilizar a los profesores del instituto
Una vez presentada la queja, tuvieron que reunirse los profesores que habían puesto los ocho suspensos al alumno. En ese encuentro aportaron más de un centenar de correos electrónicos mostrando su predisposición a ayudarle. También le prestaron atención a través de la plataforma Moodle.
En ese instante optaron todos por mantenerle los suspensos, ya que la nota media en las distintas destrezas no llegaba para el aprobado. Sin embargo, hubo un hecho que hizo cambiar el rumbo de los acontecimientos.
La directora, tras contactar con el inspector de Educación, aseguró que este le había dicho que el "recurso iba a salir adelante". Entendía que no recibió la atención adecuada durante el curso escolar en el instituto.
Esto le obligó a pedirles a los docentes que lo aprobaran para "no tener problemas". Esta postura de la dirección les molestó mucho, optando finalmente por seguir sus recomendaciones pese a no estar de acuerdo.
Tras desvelarse este caso, la dirección del centro educativo ha evitado dar explicaciones. Sí que dado su versión la Consejería de Educación. Reconocen que nunca se habían enfrentado a un caso "tan llamativo".
De momento han optado por abrir una investigación para conocer los motivos por los que modificaron en cuestión de horas. Tanto la responsable del instituto como los docentes tendrán que justificar por qué actuaron de esa forma.
La Junta de Andalucía se desentiende de cualquier decisión, alegando que fue el centro el que actuó así por decisión propia. En ningún momento se implicó la Inspección, según la versión de ellos.
Insisten en que los profesores hicieron todo lo posible para que estudiante continuara con las clases, intentando "ayudarle lo máximo posible". Aseguran que "defendemos la cultura del esfuerzo". Además, el "alumno tiene que demostrar que ha adquirido las competencias para poder aprobar".
La polémica parece que se mantendrá en el tiempo. En el barrio donde se ubica el instituto ya "se ha corrido la voz de que si un padre reclama, aprueban a su hijo", aseguran. Advierten de que no se trata de un hecho aislado, ya que se vivieron situaciones parecidas en otros centros.
"Se regalan títulos y asignaturas", lo que entienden que acaba afectando en el nivel escolar de los niños. Mario Gutiérrez, del sindicato CSIF, asegura que "se ha abierto la mano y se aprueba a todo el mundo" desde hace dos años.
Esta postura que han adoptado las consejerías de Educación ha provocado el malestar de los docentes. Han visto como muchas de sus decisiones se han visto modificadas. El mejor ejemplo es el del chico aprobado con ocho suspensos y sin pisar las clases.