Tras la muerte a golpes de Samuel, la madrugada del 3 de julio, la policía ha practicado seis detenciones. Entre los detenidos, hay una persona que llama especialmente la atención. Se llama K., y los investigadores la consideran la instigadora de la paliza mortal.
De hecho, esta joven de 23 años es la única detenida que está en libertad, ya que según consta no dio ningún golpe. Pero en cambio, sí alentó a los agresores al grito de “dadle más fuerte”. El principal autor del asesinato, D., es su pareja y estaba cegado por ella.
El atestado asegura que K. y D. increparon a Samuel y que ese fue el detonante de la paliza. En un primer momento fue ella quien avisó a su novio de que la víctima les estaba grabando. En la segunda paliza, animó al resto de la pandilla a propinar golpes y patadas.
K. es la única mujer implicada en los hechos y formaba parte del violento grupo que mató a Samuel. Personas que la conocen la definen como “follonera” y “altanera”. Al parecer, es una habitual de las peleas en el bar que solía frecuentar con sus amigos.
“Una vez la vi entrar en un bar y, sin mediar palabra, pegarle una patada en la cara a una chica”, comenta una compañera suya de clase para El Mundo. Estudió ESO y un ciclo de Formación Profesional en Peluquería, aunque no llegó a acabar los estudios.
La noche en la que murió Samuel, esta joven y su novio fueron expulsados de un local por una fuerte discusión entre ellos. Se desconoce el motivo de la discusión. Ambos mantienen una relación desde hace dos años, pero con peleas constantes por la desconfianza.
Ya fuera del local, ella le advirtió que Samuel les estaba grabando por el teléfono. Empezó entonces una ensalada de golpes que la amiga de la víctima, Lina, intentó frenar. Pero K. la increpó con un “tú no pintas nada aquí”, mientras jaleaba a los agresores.
Prisión provisional bajo fianza
El atestado policial confirma que K. y D. discutieron en el pub El Andén, y que coincidieron con Samuel y Lina en el Paseo Marítimo. Fue allí donde se desató la bronca. La víctima y su amiga estaban haciendo una videollamada con su amiga Vanesa.
Según el atestado, persiguieron y acosaron a Samuel durante varios minutos. Había cinco hombres y dos mujeres, aunque de momento solo ha habido seis detenidos. Los testigos señalan a D. como el principal responsable de la paliza mortal.
Vanesa le describió como un joven de tez oscura, pelo corto moreno, pantalones vaqueros y zapatillas blancas marca Nike. Sigue en prisión provisional sin fianza. Junto a él había dos personas mayores de edad, investigados por homicidio y apropiación indebida.
Los otros detenidos, un grupo muy violento
Otro de los presuntos agresores es K., de origen brasileño pero nacido en España. Se trata de una persona muy conflictiva que trabajaba en una conocida cervecería de La Coruña. Seis meses atrás se había visto envuelto en una pelea callejera con menores de edad.
También participó en una pelea con hachas y bates de madera. Tras el ataque a Samuel, varias personas fueron a su lugar de trabajo a increparle y él intentó responder. Sabían de su implicación en la paliza, y ese fue el motivo por el que acabó detenido.
Otro presunto agresor responde a la inicial de A. y le llaman “El Llumba”. Tiene 20 años y trabajaba en el puerto de La Coruña. Era un habitual del mismo bar donde iba la pandilla, y fue allí donde en una ocasión fue grabado por el programa “Policías en Acción”.
En aquel episodio, los agentes hacían una redada e incautaban drogas a varias personas, entre los cuales estaba él. Aunque se le ha vinculado con los ultras Riazor Blues del Deportivo de la Coruña, el grupo de extrema izquierda ha negado su pertenencia.
M., otro de los detenidos, tiene 16 años y está en un centro de menores como presunto implicado en la paliza. Es natural del Puente de Vallecas (Madrid) y llegó a La Coruña poco antes de la pandemia. Durante este tiempo se ha visto inmerso en varias peleas.
En una ocasión discutió con una chica en la playa de La Coruña y le propinó un bofetón. Luego, los amigos de ella fueron a por él y le dieron una paliza. Varios testigos aseguran que la noche del 3 de julio le dio un botellazo a Samuel.
D. R. tiene 17 años y supuestamente participó en la segunda agresión, por lo cual está en un centro de menores. Las sospechas cayeron sobre él desde el primer momento. Su ex había sido evacuada al hospital poco antes por un coma etílico.