España y Europa viven una inflación nunca vista para varias generaciones. Aproximándose al 6%, hacía 29 años que no había tanta diferencia entra la subida de precios y la de sueldos.
El dato de IPC de noviembre ha dado más de un disgusto a la ciudadanía española. Y es que se ha dado a conocer cuál será el coste de la revalorización de las pensiones.
La inflación prevé que el incremento del sistema de pensiones sea de un 2,51%.
Montas un circo y te crecen los enanos
Por si no había bastante con una pandemia mundial que atemoriza a los seres humanos, la población española tendrá que enfrentarse, otra vez, a un costo de vida todavía más elevado.
Sube el precio de la energía, del gas y el de los alimentos, entre otras cosas. Lo que más destaca es la revalorización de las pensiones a partir del 1 de enero del 2022, que asciende al 2,51%. Este porcentaje tendrá dos efectos sobre los costes del sistema.
El primero es la revalorización de las prestaciones como tal. Mediante el cálculo del número de pensionistas en noviembre y la prestación media que cobran durante ese mes, las arcas públicas podrían enfrentarse a un gasto que se aproxima a los 3.600 millones de euros.
Una "paguilla" no tan pequeña
El segundo efecto sobre los costes del sistema de pensiones consiste en la "paguilla". Esta se basa en la compensación, a la que tienen total derecho los pensionistas que estaban en el sistema el año pasado. Obtendrán esta ayuda a causa de una subida de precios superior a la prevista.
El Ejecutivo predijo en los presupuestos que se cerraría el año 2021 con una con un IPC promedio del 0,9%. Es por eso, que los pensionistas gozarán de un 1,6% adicional de su prestación. Este gasto rondaría los 2.300 millones de euros.
Cabe destacar que esta será la última paga compensatoria que se realizará. A partir del próximo año, las pensiones se empezarán a revalorizar por ley y en función de la media del IPC del año anterior.
En total, el efecto de la inflación sobre el sistema de pensiones costará a las arcas del Estado unos 5.900 millones de euros. Una cifra muy superior a la esperada por el Gobierno en el diseño de Presupuestos para el año 2022.
Todo lo que sube, baja, pero no es el caso
Además de las pensiones, los precios de los bienes de consumo más frecuente vuelven a aumentar. Más concretamente, un 5,6% por encima del nivel registrado el año pasado, un nuevo máximo alcanzado desde septiembre de 1992.
Es nada más y nada menos que el noveno mes consecutivo en que los precios del consumo incrementan en España. De todos modos, el mes de noviembre ha presentado el crecimiento más leve junto al mes de julio, que han aumento de solo dos décimas respecto al mes anterior.
Por otro lado, la inflación subyacente también ha repuntado y se sitúa un 1,7% por encima del nivel del año pasado. Con este porcentaje, ha alcanzado su nivel máximo en ocho años.
Entre ellos, destaca la subida de los precios de la alimentación, y en menor medida el coste de carburantes y lubricantes. El Instituto Nacional de Estadística ha informado de la bajada del precio de la electricidad en noviembre, aunque no deja de ser una cifra muy elevada.
Justicia laboral
La elevada inflación registrada este año también afectará a la negociación salarial entre empresas y asalariados, aunque el impacto es complicado de cuantificar.
A través de un estudio publicado por el Gobierno, tan solo el 15% de los convenios colectivos tenían cláusulas de revisión del salario vinculadas al IPC. Es por este motivo que los trabajadores presionarán para lograr una subida de sueldos que compense, fraccionalmente, el aumento en el coste de la vida de los ciudadanos españoles.
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