Para muchos sonaba como algo muy lejano, pero finalmente el Covid-19 se convertía en una pandemia mundial que paralizaba la economía y aumentaba la tasa de fallecidos en todos los continentes.
Pese a que ha llegado tarde, África ha sido uno de los continentes que se ha visto afectado por el Covid-19 y hubo un hecho que hizo que la pandemia se extendiese más rápido por todos los países situados al Sur de África.
Un hombre de 38 años proveniente de Europa, aterrizaba el pasado 7 de marzo en Sudáfrica siendo portador del Covid-19. Al día siguiente, decidía acudir al hospital St. Augustine´s (Durban) tras presentar síntomas. Este hombre se sentaba al lado de una mujer de 81 años que padecía dificultades para respirar y que acabó falleciendo por Covid-19 unas semanas después.
Sin pretenderlo, este hombre habría iniciado una cadena de contagio en el hospital que acabaría resultando, ocho semanas después, en 119 casos positivos, 15 de los cuales terminaron con la muerte del paciente.
Sin duda, el motivo principal de la extensión del Covid-19 en esta área de Sudáfrica se debe a la falta de previsión de los hospitales para recibir a personas con síntomas. Tanto es así que según las investigaciones que se han llevado a cabo, la mayor parte de contagios se produjo entre el personal sanitario y no de paciente a paciente. Tanto es así, que 80 personas de dicho hospital acabaron dando positivo en el test.
Los descuidos y el desconocimiento han provocado que el personal sanitario no decidiese no tomar medidas contra la mujer aislada que ya presentaba fiebre tras mantener un primer contacto con el hombre de 38 años. Semanas después, y antes de fallecer, dicha mujer contagió a otras seis personas, entre ellas, una enfermera que la había atendido y que no abandonó su puesto de trabajo pese a tener síntomas.
Durante todo este tiempo, el virus se siguió propagando, provocando, que ocho semanas después, 119 personas acabasen contagiadas, de las cuales, 15 de ellas, fallecieron a los pocos días.