La familia de Manuela Barrientos va a cobrar una indemnización por las negligencias médicas que causaron su repentino fallecimiento en 2014. Tras años de batalla, finalmente se ha dado la razón a la familia de Manuela, que va a percibir un pago de 70 000 euros. Aunque consideran que es una cantidad muy baja en relación con el daño hecho, la familia se muestra satisfecha porque les han dado la razón.
Manuela Barrientos, la catalana de 54 años fallecida por un ictus no diagnosticado
La historia la cuenta este martes, 27 de julio, el diario El Periódico. Todo comenzó cuando Manuela preparaba la comida durante el día de Año Nuevo de 2014. La mujer, de 54 años, comenzó a notar dolor en el brazo, que fue a más con el paso de las horas.
Ante tal circunstancia, pero sin preocuparse tampoco en exceso, ya que no parecía nada grave, su familia la llevó a un centro médico. De esta forma, entró en el Hospital de Mollet del Vallès (Barcelona) el 1 de enero de 2014. Allí, su estado de salud fue empeorando y aparecieron síntomas como taquicardia, tos, dolor torácico, o saturación de oxígeno.
Se le dio una atención muy superficial, que no se adecuaba lo que en realidad le estaba ocurriendo: un ictus. Con el paso de las horas todo iba a peor y apareció en Manuela una acidosis severa y daños en el corazón. La mujer estaba fría y no podía orinar: no daba resultado el tratamiento que se le estaba aplicando.
Ante la gravedad de la situación, intentaron trasladar de Manuela a un hospital cercano más grande, el de la ciudad de Granollers.
El traslado nunca se hizo efectivo: no había camas en este otro centro y el SEM interhospitalario no respondió a la petición lanzada des de Mollet del Vallès. Se pedía llevar a Manuela Barrientos a otro centro, pero nunca fue así. Su estado seguía deteriorándose, le detectaron también un edema pulmonar y, finalmente, fallecía a primera hora de la mañana del 2 de enero de 2014.
Fue la autopsia la que determinó lo que le había ocurrido a Manuela Barrientos. Su fallecimiento se produjo por una "hemorragia de tronco cerebral", es decir, por un ictus, sumado a los efectos del edema pulmonar. Una situación absolutamente dramática que la familia, obviamente destrozada, decidió batallar sin descanso por la vía judicial.
La Justicia da la razón a la familia de Manuela Barrientos, que va a recibir una indemnización
Fue así como dieron inicio a una andadura por la vía jurisdiccional que ha terminado siete años y medio después de la muerte de Manuela. La familia denunció ante la justicia una falta de diligencia en la atención médica en el Hospital de Mollet del Vallès. Consideran que, ante la detección de hipertensión, debería haberse hecho un TAC por el riesgo de ictus que conlleva.
Además, relataban el no-traslado a Granollers y el hecho de que tampoco se la llevó a ningún otro hospital cercano, como Vall d'Hebron (Barcelona) o Can Ruti (Badalona). Ante todo ello, el Juzgado de Primera Instancia número 34 de Barcelona ha decidido dar la razón a la demanda presentada por la familia. El auto de la titular de este juzgado da veracidad al retraso en la asistencia a Manuela, especialmente cuando aparecieron los primeros síntomas de gravedad.
La jueza también recrimina el hecho de que no se trasladara a Manuela a otro centro hospitalario próximo, aunque se demostrara que era una "necesidad urgente". En definitiva, en este caso la justicia ha dado la razón a los familiares de la mujer fallecida por un conjunto de negligencias. La familia ve como siete años después le dan la razón y van a cobrar 70 000 euros, insuficientes como cualquier cantidad tras la tragedia vivida con la muerte de Manuela.