La pandemia generada por el coronavirus, a día de hoy, sigue activa.
Miles de personas de todo el mundo han muerto a causa de dicha enfermedad y lamentablemente, dada la situación, muchas de ellas lo hacen sin poder estar rodeados de sus seres más queridos.
Son muchos los sanitarios que se dejan la piel para dar su mayor apoyo a los enfermos en estos duros momentos e intentar hacer que se sientan lo más acompañados posible. Pero en esos momento lo mejor es poder ver una cara conocida.
Este iba a ser el caso de Jihad Al-Suwaiti, pero él se negó a aceptar que perdería a su madre sin la oportunidad de darle su último adiós.
El amor incondicional de un hijo
El pasado sábado 18 de julio el activista humanitario y representante de Naciones Unidas, Mohamad Safa, hacía al mundo conocedor de esta bonita y triste historia sobre el amor incondicional de un hijo hacia su progenitora.
Rasmi Suwaiti, entró inicialmente en el hospital a causa de una leucemia. Tras estar varias semanas ingresada, con la actual situación del coronavirus, contrajo el nuevo virus. Los hechos ocurrían en la aldea cisjordana de Beit Awwa, cerca de Hebrón, al sur de Cisjordania.
Jihad Al-Suwaiti, con solo 30 años de edad, recibió la noticia de que su madre contrajo Covid-19 y que sus letales síntomas no tardarían en aparecer. El joven no iba a permitir que su madre muriera sin su compañía, por lo que decidió hacer todo lo posible por estar con ella en esos duros momentos.
Dada la situación, Jihad, no podía acceder a la habitación en la que descansaba su madre, por lo que decidió escalar los muros que rodean el centro hospitalario para después poderse sentarse en el alféizar de la ventana junto a la que se encontraba su madre.
Fue allí donde pudo vivir los últimos momentos en su compañía, ya que, tan solo cinco días después de que empezara a ir a visitarla por las noches, tristemente falleció.
Una vida difícil
Según contó su hermano mayor, la familia Al-Suwaiti no había tenido una vida fácil, en especial Jihad, del que dijo estas palabras:
«Jihad es el niño más pequeño y de hecho está cerca de su madre, especialmente después de la muerte de nuestro padre hace 15 años. Nuestra madre tenía leucemia y le diagnosticaron COVID-19 hace unas semanas. Cuando se le informó de la muerte de nuestra madre, Jihad estaba enojado y en negación»
El apoyo de las redes sociales
Fueron muchos los que conmocionados por la historia, quisieron dedicar unas palabras a su protagonista. A continuación está el tweet que la hizo viral:
En este dice: «El hijo de una mujer palestina infectada con COVID-19 subió a su habitación del hospital para sentarse y ver a su madre todas las noches hasta que falleció».
Aquí podéis ver varios tweets de otras personas a las cuales ha emocionado esta historia:
En este dice: «¿Puede esto volverse más triste, cuando solo podemos consolar a nuestros seres queridos a través de una ventana, teléfono o tableta? Entonces también estoy muy agradecido de que incluso podamos hacer eso. Ella vio la cara de su hijo por última vez, rezo para que esté en paz ahora».
En este dice: «Esto es muy triste pero inspirador. El amor que claramente sintió es una señal de que todavía hay bondad en este mundo.»