La crisis sanitaria española ha afectado de lleno a Iñaki Urdangarín y ha hecho que su situación en prisión haya empeorado. Por supuesto, como consecuencia, también ha afectado a la rutina con la Infanta Cristina y con sus hijos, a los que lleva estos tres meses de confinamiento sin poder visitar.
Las estrictas normas de aislamiento impuestas por Instituciones Penitenciarias a mediados de marzo para minimizar el riesgo de expansión del coronavirus dentro de las cárceles han trastocado de manera profunda los tres últimos meses de Iñaki Urdangarin en prisión. Le ha dejado sin las visitas de familiares y sin sus tres salidas semanales a hacer voluntariado.
De todas formas, los días en la cárcel para el marido de la Infanta Cristina siguen corriendo. El pasado jueves se cumplieron dos años desde su entrada en la cárcel de Brieva (Ávila). Sin duda, aquel 18 de junio de 2018 fue uno de los días más complicados en su vida y en la de su familia, condenado a cinco años y diez meses de prisión por el caso Noos.
Urdangarín ha pasados tres meses sin poder visitar a su mujer y a sus hijos
Aunque con el tiempo, las visitas y los permisos de voluntariado hicieron su estancia en la cárcel mucho más amena, la crisis del coronavirus ha devastado por completo su estado anímico y sus ‘tratos de favor’ en prisión.
Unos meses después de que decretara el Estado de Alarma e hicieran oficial la crisis sanitaria en España a causa de la pandemia, la situación de Urdangarín ha empeorado.
Asimismo, la situación personal y sentimental de la Infanta Cristina ha decaído, acostumbrada a visitar a su marido varias veces al mes juntamente con sus hijos y ver como, a pesar de los supuestos tres años que le falta pasar en la cárcel a su marido, este estaba sobrellevando esta situación.
El hecho de no poder salir de la cárcel, seguir su rutina, y la prohibición de ver a su mujer y a sus hijos le ha provocado inestabilidad emocional, que con la 'nueva normalidad' podrá empezar a resolver, ya que podrá volver a sus actividades habituales y, después de mucho tiempo, abrazar a su familia.