La situación vuelve a complicarse en España. Así lo reconoce ya abiertamente el ministro de Sanidad, Salvador Illa. En declaraciones a Onda Cero a primera hora de la mañana de este viernes, 17 de julio, Illa ha afirmado que el gobierno de España mantiene una «preocupación profunda» por los más de 150 brotes que están activos actualmente en todo el territorio estatal, aunque ha señalado cuáles son los focos que más les preocupan: los de Aragón y Cataluña, especialmente los de algunas zonas de Barcelona.
El ministro Illa no descarta que se pueda aplicar de nuevo el estado de alarma
Si bien es cierto que la mayoría de los brotes activos actualmente están controlades, estas dos excepciones —Aragón y Cataluña— motivan dicha preocupación por parte del ejecutivo de Pedro Sánchez. Datos en mano, este jueves las dos comunidades registraban 408 de los 580 contagios notificados en toda España, muestra de que los brotes no están controlados y de que existe transmisión comunitaria.
Ante esta situación expuesta por Illa, el ministro ha sido muy claro. «Si vemos que los brotes escapan al control de las comunidades autónomas o hay que limitar algún derecho fundamental, actuaríamos», ha reconocido, abriendo la puerta así, de forma muy clara, a una nueva aplicación del estado de alarma. Illa ha subrayado que «no estamos en este escenario», pero también ha admitido que «ya no descartamos nada».
En el caso de que el descontrol de los contagios creciera, el Estado ayudaría a las comunidades autónomas en sus actuaciones en materia de Salud Pública, según el ministro y, en caso de que estas actuaciones no funcionaran, entonces sí se podría aplicar el estado de alarma. «No lo visualizo por ahora, pero sí, podríamos llegar», ha rubricado Illa.
Preocupación por la situación, sobretodo en Aragón y Cataluña
Hay preocupación por los brotes en Aragón y Cataluña. En la primera, parece que los contagios y su foco principal se están desplazando hacia la capital, Zaragoza, que es, a su vez, la ciudad más poblada y con más movimiento de personas de Aragón. Algo similar ocurre en Cataluña, donde los focos más preocupantes se sitúan en las dos ciudades más pobladas, Barcelona i l'Hospitalet de Llobregat, además de Lleida y los pueblos de alrededor.