Sucedió el 27 de agosto de 2019, cuando unos chicos encontraron un pie seccionado tras las riadas que asolaron el sureste de la región de Madrid. El misterioso hallazgo ha sido una incógnita hasta ahora, cuando por fin se ha revelado su identidad. Al saber de quién es, se ha conocido también toda la historia que hay detrás.
El pie encontrado tras las riadas de Arganda del Rey, hace más de dos años, pertenece a Justino Cordovilla. Este vecino de Collado Villalba llevaba dos meses desaparecido y era un testigo protegido después de haber delatado a un grupo de traficantes. Creen que el cuerpo del hombre fue desmembrado y enterrado.
Las lluvias torrenciales que cayeron aquellos días habrían sacado el pie a la superficie y lo habrían arrastrado hasta el lugar donde se encontró. A finales de agosto, unos adolescentes que jugaban por allí lo encontraron flotando en la orilla. Tras conocer de quién se trata, toda empieza a cobrar más sentido.
Resuelto el enigma dos años después
En un primer momento, los investigadores descartaron que se tratara de una persona que hubiera muerto por la riada. Su principal hipótesis es que era de un cuerpo desmembrado que había sido rescatado por las riadas. Los restos humanos fueron trasldados al Instituto Anatómico Forense para su análisis.
Allí establecieron que se trataba de un hombre de mediana edad de raza caucásica, pero hasta ahora no han podido confirmar su identidad. Semanas antes, el 9 de junio, Justino desapareció durante una excursión de la peña campera de Collado Villalba. Su intención era asistir a una corrida en Las Ventas.
Amigos y familiares de Justino le buscaron por la zona y los alrededores, y desde entonces figuraba en la lista de desapariciones sin resolver. Hace poco, su hermana se hizo una prueba de ADN que fueron cotejadas con las del pie hallado tiempo atrás. Los resultados no dejan lugar a dudas, se trata del pie de Justino.
El pasado delictivo de la víctima
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que Justino fue asesinado por un ajuste de cuentas. En el pasado había ejercido como ‘mula’ para transportar cocaína desde Colombia, Costa Rica y República Dominicana hasta España. Fue detenido en 2009 y condenado a diez años de prisión.
Tras seis meses encerrado, decidió colaborar con la justicia y delatar al cártel para el cual trabajaba. Los narcotraficantes fueron apresados y enviados a la cárcel, y él fue extraditado a España con un programa de protección de testigos. Desde entonces estaba amenazado de muerte y llevaba una vida de bajo perfil.
Según los investigadores, lo más probable es que dieran con él, lo mataran, trocearan su cuerpo y lo enterraran en algún lugar. Allí permaneció enterrado hasta que las inundaciones lo sacaron en la superficie y lo arrastraron hasta la laguna de Rivas. Allí permaneció hasta que lo encontraron unos chicos.
Todas las opciones abiertas
El hallazgo permitió iniciar una investigación que concluye dos años después cerrando el círculo de esta trágica histoira. Los agentes al mando del caso están recogiendo testigos en su círculo cercano y en la peña taurina a la que pertenecía. No descartan ninguna opción, aunque todo apunta a una venganza.
La policía ha conseguido resolver la principal incógnita de este extraño caso: saber a quién pertenecen los restos hallados. Pero quedan dos grandes dudas por resolver. Una, quién acabó con su vida y por qué, y la otra, saber dónde está el resto del cuerpo. Por eso la investigación sigue en marcha sin descartar ninguna hipótesis.