Hugo Fernández y Yoselín Vega

'La curva, nos la vamos a comer': La muerte de Yoselín y Hugo retransmitida en directo

Un ocupante grababa las imprudencias del conductor para Instagram cuando de pronto se produjo el accidente

La tarde del 25 de noviembre de 2018, Hugo, Yoselín y tres amigos más partieron en coche desde El Entrego hasta La Felguera (Asturias) para ir a tomar algo. El conductor, un joven novel, decidió tomar una carretera secundaria y grabar sus imprudencias en vídeo. Hasta perdió el control del coche, y se produjo la tragedia.

Hoy arranca el juicio contra el conductor del vehículo en el que iban Hugo y Yoselín, dos jóvenes de 24 y 20 años fallecidos en el accidente. Se le acusa de homicidio por imprudencia grave, y se enfrenta a una pena de 4 años de cárcel. Además, se pide la retirada del permiso de conducir por un período de 6 años.

En el momento del accidente, Enrique tenía 19 años y hacía un mes y seis días que se había sacado el carné de conducir. Aquel día iba al volante, a una velocidad excesiva y con trazadas imprudentes. Mientras, otro acompañante, desde el asiento trasero, lo grababa todo en directo para Instagram.

El conductor podría haber tomado la carretera AS-117, la más directa y segura para llegar hasta su destino. Pero decidió tomar la vía secundaria de la Hueria Carrocerahacia El Entrego. Quería curvas y emoción, e hizo caso omiso a las advertencias de Hugo y Yoselín al grito de "Id despacio, id despacio".

'Llamad a la ambulancia, llamad'

En un tramo de la carretera con limitación de velocidad a 50 kilómetros por hora, el conductor puso la cuarta marcha y pisó el acelerador. Al acercarse a una curva pronunciada a la derecha, el acompañante le gritó: "Kike, la curva, nos la vamos a comer". Fue entonces cuando perdió el control del vehículo.

Enrique dio un volantazo a la izquierda para tratar de corregir la dirección y se acabó saliendo de la vía. El coche fue directo hacia una valla protectora y de ahí salió despedido, volando varios metros por el aire hasta un terraplén. Dio varias vueltas de campana antes de estamparse contra una caseta de aperos de labranza.

La retransmisión por Instagram continuó y se escuchó la voz de una de los ocupantes: "Llamad a la policía, y a la ambulancia, llamad, llamad". Los equipos de emergencia no tardaron en llegar. Yoselín había muerto en el acto, y su cuerpo tuvo que ser liberado entre el amasijo de hierros.

También tuvieron que excarcelar a su novio Hugo, que estaba malherido aunque seguía con vida. Estuvo ingresado durante un mes y medio en el Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), pero acabó muriendo. Los otros tres ocupantes, incluido el conductor, sufrieron heridas de menor importancia. 

Yoselín, una estudiante muy querida

Yoselín Vega López tenía 20 años cuando la imprudencia de su amigo segó para siempre sus sueños. Se había matriculado a Gestión Administrativa en La Felguera. La noticia de su muerte impactó mucho en el centro donde estudiaba, donde la recordaban como una joven risueña y muy alegre.

"Siempre decía las cosas a la cara, era muy buena", explicó una de sus mejores amigas. Yoselín llevaba seis años saliendo con Hugo, y quería empezar a trabajar y a planificar su vida juntos. Según cuentan en su entorno, para él "ella era lo máximo, lo más importante".

Le gustaba hacer lo que a todas las chicas de su edad, estar en compañía de sus amigos y compartir sus momentos con Hugo. Una de sus grandes aficiones era la fotografía, ya que le gustaba inmortalizar cada cosa que hacía. "Marcaste nuestra vida y nunca te vamos a olvidar", dijeron sus amigas.

Hugo, trabajador y con muchos sueños

Hugo Fernández Zapico tenía 24 años y sus amigos le definen como un joven muy trabajador y con muchos sueños por cumplir. Estaba muy unido a su novia Yoselín, a su familia y a sus amigos. Sus padres y su hermano estuvieron un mes y medio creyendo en el milagro, pero al final no pudo ser.

Hugo vivía con su familia en el pueblo langreano de Les Cubes. Allí, su muerte causó una mezcla de dolor y rabia por las circunstancias en las que se vio envuelta. El joven había permanecido varias semanas en estado crítico en el hospital, pero el desenlace llegó dejando a su familia hundida y exhausta.

"Sus padres y su hermano necesitan descansar y estar tranquilos, tienen que asimilar que Hugo se ha ido definitivamente", dijo un amigo. Su muerte y la de Yoselín dejaron una profunda huella en su comunidad. Ahora, la tragedia vuelve a revivir con el juicio al responsable de tan trágico accidente.