José Raúl Rodríguez

El deporte español llora: adiós a José Raúl, el aficionado fallecido con solo 18 años

El socio espanyolista, enfermo de leucemia, recibió un trasplante de médula pero sufrió una infección hace unos días

La familia del RCD Espanyol llora hoy la pérdida de su aficionado más querido. Es José Raúl Rodríguez, el joven de 18 años que llevaba tiempo batallando contra un cáncer. El suyo es un ejemplo de lucha y superación que va más allá de los colores, y la noticia de su muerte ha consternado a todo el deporte español.

El club de sus amores, el Espanyol, le ha despedido con un emotivo mensaje: "Se nos ha ido el gran José Raúl, nos dejas tu ejemplo de lucha y superación. Te queremos y te vamos a echar mucho de menos, el cielo es hoy más blanquiazul, todo nuestro cariño a familiares y amigos".

Raúl cultivó desde muy pequeño el amor hacia los colores blanquiazules, y siempre defendía a su equipo desde la Peña Taxi El Pont Perico. En diciembre del año pasado, el club se hizo eco de la difícil situación por la que atravesaba el chico. Anunció que padecía un cáncer, y pedía la solidaridad de todos sus aficionados. 

La lucha por conseguir un donante

José Raúl, que entonces tenía 17 años, padecía un cáncer muy agresivo y necesitaba un donante de médula ósea urgentemente. Foros espanyolistas como La Grada pidieron ayuda a la afición. "Un perico nunca se rinde, un perico siempre está dispuesto a ayudar a otro", decían en su página web.

"Este joven aficionado perico necesita una donación de médula ósea para curarse lo antes posible", decían en su llamamiento. Y apelaban a "la afición espanyolista, que siempre ha estado muy involucrada en este tipo de iniciativas, especialmente cuando se trata de uno de los nuestros".

Por eso pedían un donante de médula, que debería tener entre 18 y 40 años y pesar más de 50 kilos. "La manera de ayudar es dando sangre, te sacan dos tubos y contestas a un formulario", detallaban en La Grada. Podían ayudar todos, excepto los que habían sufrido alguna enfermedad grave o un cáncer.

Consiguió un donante y un trasplante

Las muestras recabadas tenían que pasar después a una base de donantes mundial para comprobar si eran compatibles con José Raúl. "Cuantos más nos involucremos, más posibilidades tenemos de ayudar", afirmaban. El llamamiento surgió efecto, el joven consiguió un donante y pudo someterse a un trasplante.

De hecho, en los primeros compases del tratamiento los pronósticos para José Raúl eran optimistas. "Uno de nuestros gladiadores sigue luchando y mejorando a gran ritmo para seguir adelante", decían en la familia espanyolista. Hacía apenas un mes que su aficionado más querido había sido operado.

El propio José Raúl publicó un mensaje en Twitter, satisfecho con su evolución: "Hoy hace un mes del trasplante que me ha salvado la vida. Me encuentro muy bien, los médicos dicen que me ven bien y que de analítica estoy bien. Están muy contentos con mi evolución, en nada seguro que estoy fuera".

El fatal desenlace

Hace apenas casi dos meses, el 4 de agosto, el joven publicó otro mensaje más preocupante. "He tenido que ingresar varias veces porque han habido complicaciones normales de un post trasplante. Pero estoy bien, animado y con muchas ganas de conseguir el objetivo", afirmada en Twitter.

Efectivamente, el trasplante de médula fue un éxito y los médicos se mostraban optimistas con su evolución. Pero una infección le hizo ingresar hace unos días en la UCI del Hospital Vall d'Hebrón, en Barcelona, donde ha acabado falleciendo. La familia perica ha mandado su muestra de cariño a familiares y amigos.

Antes de morir, el propio Raúl se mostró agradecido con todas las muestras de apoyo: "Es increíble ver cómo tanta gente se ha interesado en esta buena causa". Cuando vio el apoyo del propio club en redes sociales, no se lo podía creer: "No me esperaba que un club tan grande y al que sigo de pequeño hiciera algo así.

Tiene otra hermana enferma

Se da la circunstancia que José Raúl tiene una hermana pequeña que también está enferma. Así lo contaba él mismo en una entrevista reciente: "Ella nació con una enfermedad rara que hasta ahora, con nueve años, no le habían puesto nombre". La enfermedad en cuestión es el síndrome de Glass.

"Siempre les he dicho a mis padres que cuidaría de ella y eso haré", decía el joven en la entrevista. Este era su sueño, poder cuidar de su hermana pequeña. Este, y el del ascenso del Espanyol a primera que pudo ver cumplido antes de abandonar este mundo ante la admiración de todos.