Antes de fallecer, Hugo ha querido enviar un mensaje a todos los jóvenes que en un futuro podrían enfrentarse a una situación igual de terrible como la suya.
Con tan solo 17 años, este joven avilés ha perdido la vida como consecuencia de un linfoma terminal que le diagnosticaron hace tan solo un año.
"Estaba en la cama y vino mi madre y me dijo: tienes linfoma. Busqué en internet, y casi fue peor. Es mejor preguntarle a los médicos porque en la red no sabes lo que es verdad y lo que no. Y otra cosa que siempre nos dicen es que al cáncer hay que ponerle nombre y apellidos. Porque la cura, o no, y el tratamiento, dependen de ese nombre y ese apellido", explicaba el joven al diario Nius un día antes de fallecer.
El diario ha recogido en sus páginas la última lección de vida de Hugo durante una entrevista realizada al aire libre en el parque de El Retiro.
Con el objetivo de concienciar a la población y pedir más investigación contra el cáncer, el joven quería ver publicada su historia en los medios de comunicación.
Algo que sus ojos ya no podrán ver porque la publicación ha llegado tras su muerte, aunque sus palabras cumplirán la misión de llegar a muchas personas.
La lección de vida de Hugo antes de fallecer a los 17 años por un cáncer mortal
Antes de ser diagnosticado, Hugo vivía una vida normal como cualquier joven de su edad. Era aficionado al deporte, soñaba con ser político o entrenador canino y estaba cursando el bachillerato de ciencias sociales en un instituto de su pueblo, en Adrada.
Sin embargo, la enfermedad le cambió la vida de la noche a la mañana, aunque nunca renunció a seguir formándose académicamente y viviendo su vida al máximo.
"Es lo que quería, sentir que consigo cosas aunque esté así. Estoy contento de haber estudiado el grado", decía el joven muy orgulloso de su recorrido.
El joven optó por estudiar un grado medio de administrativo y seguir exprimiendo cada segundo de vida que le quedaba.
Algo que hacía mientras seguía luchando por curarse a través de intensos tratamientos de quimioterapia, donaciones de médula ósea que recibía de su hermana y continuos ingresos hospitalarios.
"Es lo que dicen siempre, pero es que cuando te toca te das cuenta de que es verdad. Ojalá me lo hubieran enseñado antes, en el instituto. Me gustaría que me hubieran enseñado a aprovechar el tiempo, a tener presente que te puede pasar algo como lo que me ha pasado a mí. Todos debemos aprender a exprimir la vida, a no preocuparnos por tonterías. A vivir", aseguraba Hugo a Nius.
Las peticiones de Hugo: más investigación contra el cáncer y educación emocional
Sin saber cuanto tiempo de vida le quedaba por delante, Hugo tenía muy claro el mensaje que quería trasmitir a todos aquellos que leyeran su reportaje. La vida es solo una y hay que vivirla con alegría y sin renunciar a los sueños que tenemos.
"A veces las cosas salen bien y otras, por mucho empeño que pongas, no salen. Y no hay que enfadarse con la vida, porque la vida es así. ¿De qué te sirve enfadarte? De nada. Hoy me toca a mí y mañana puedes ser tú. Deberían enseñarnos a lidiar con las enfermedades y a gestionar emociones incluso en el colegio, en los institutos", explicaba el joven.
Pero además de pedir una mayor educación emocional en los colegios para lidiar con las situaciones más complicadas de la vida, Hugo también tenía claro que la investigación es muy necesaria.
"Sé que hay, pero hace falta más. Se han hecho vacunas para una enfermedad que hace dos años no existía. El cáncer lleva existiendo mucho más tiempo y aún no se cura. Pido por favor que se invierta más en todos los tipos de cáncer. Si no se investiga hay mucha gente que se muere", aseguraba el joven unas horas antes de abandonar prematuramente este mundo.