La pandemia del Coronavirus introdujo a España en una crisis económica histórica que obligó a impulsar una serie de medidas de choque para inyectar dinero a los diferentes sectores. Uno de ellos es el sector industrial, uno de los más castigados en nuestro país, para el cual el Gobierno prometió préstamos por valor de 340,9 millones de euros.
El ministerio de Industria, Comercio y Turismo concede estas ayudas a la inversión industrial enfocadas a la mejora de las líneas de producción existentes, la implementación productiva de tecnologías de la Industria Conectada 4.0, y otras inversiones en sostenibilidad ambiental.
El plazo para pedir estas ayudas expira hoy. Según la publicación de las ayudas en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se trata de préstamos reembolsables de hasta el 75% de la inversión financiable con un plazo de amortización de hasta 6 años con 3 de carencia. Se financian las inversiones y gastos entre el 1 de febrero y el 31 de diciembre.
Las empresas que quieran solicitar las ayudas deben ser sociedades con personalidad jurídica, legalmente constituidas en España, que no formen parte del sector público y que desarrollen una actividad industrial productiva, con independencia de su tamaño.
La tramitación electrónica será obligatoria en todas las fases del procedimiento a través del registro del ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Los solicitantes pueden acceder a la sede del ministerio para consultar los documentos presentados y el estado de la tramitación, y dispondrán de un sistema de alertas por medio de correo electrónico.
Según se especifica en la presentación de la convocatoria, el plazo de presentación comenzó el día siguiente de la publicación de la orden en el BOE y finalizará el día 20 de agosto de 2020. También deja claro que las solicitudes presentadas fuera de plazo no serán admitidas.
Beneficiarios de las ayudas
El texto hace hincapié en los destinatarios de estas ayudas: «Aquellas inversiones realizadas por las empresas industriales que avancen en la digitalización, entendida como el uso intensivo y a escala industrial de los habilitadores digitales en sus procesos productivos, así como aquellas que promuevan la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la introducción de la economía circular en el proceso productivo y la prevención de la contaminación de la atmósfera, los recursos hídricos o el suelo».
En cuanto a la finalidad, menciona la consolidación de la industria tras la salida de la crisis derivada del Covid-19, relanzar la producción y reforzar el posicionamiento de las empresas en el mercado, con una recuperación más rápida y sostenible. También los objetivos en materia ambiental y el mantenimiento y la creación del empleo.