Finalizadas ya las fiestas navideñas, con todas las reuniones de amigos y familiares que se han celebrado estos días, los profesionales sanitarios de la Comunidad de Madrid ven con resignación la llegada de una nueva ola de contagios de coronavirus, que se comprobará a finales de esta misma semana.
«Hace dos semanas, daban positivo por covid-19 uno de cada siete pacientes en la consulta de dolencias respiratorias; ahora da positivo uno de cada tres, y encima tenemos más afluencia cada día que pasa», adelanta el enfermero de Urgencias del Hospital de La Paz en Madrid, Guillén del Barrio, en el digital 'El Confidencial'.
«Notamos signos evidentes de empeoramiento y nos replanteamos reabrir el gimnasio de fisioterapia para alojar a pacientes covid antes de su ingreso en planta, porque vamos camino de saturar la zona de preingreso de Urgencias. Hace un mes, ese gimnasio volvió a utilizarse para lo que está pensado, pero las Navidades nos han hecho retroceder», se lamenta Del Barrio.
Los sanitarios, en alerta ante la inminente llegada de la tercera ola
Los sanitarios se preparan para un impacto hospitalario brutal. En el Hospital de Torrejón de Ardoz, los sanitarios confiesan que hay muchos más ingresos que hace unas semanas, pero «no tienen nada que ver con el caos de principios de octubre y mucho menos el de marzo».
En el Hospital 12 de Octubre, aún resisten dentro de la 'normalidad' y sus protocolos están preparados para la tercera ola de infectados de Navidad «a partir de la semana que viene», señala un enfermero que trabaja en un pasillo sin estar en contacto con los pacientes con coronavirus.
«Es posible que en los próximos días asistamos a cierres de comunidades autónomas o de zonas sanitarias, pero cuando todas las comunidades están en índices de contagio de 300 o 400 positivos por cada 100.000 habitantes, cerrar una comunidad o un barrio tiene poco sentido, porque ya tienes el virus dentro. Se trata de un teatro de la prevención en el que se toman medidas sin mucho fondo», advierte Salvador Peiró, director del área de investigación en servicios de salud de la Fundación para la Investigación Sanitaria y Biomédica (Fisabio) de la Comunidad Valenciana.
«Ya no hay vuelta atrás y tendremos que saber gestionar este nuevo repunte»
Preguntado por cuál será la clave de la tercera ola, Peiró apunta que hay que «ver cómo reduces los contactos entre los no convivientes de forma drástica. En Navidad, se hizo mucho hincapié en no juntar a más de seis personas en la misma mesa, pero lo que importa no es tanto el número como la variedad de personas con quienes te juntas, y hemos asistido a millones de reuniones de seis personas durante toda la Navidad, sobre todo en los días previos a Nochebuena y Nochevieja. Cuatro fiestas de 200 personas no son el problema, el problema son esos millones de pequeñas reuniones entre no convivientes. Por desgracia, ya no hay vuelta atrás y tendremos que saber gestionar este nuevo repunte», señala Peiró en 'El Confidencial'.
En las salas de Urgencias, los sanitarios trabajan en una mezcla de enfado ante lo evitable y resignación crónica. El perfil de los positivos por covid-19 con cuadros severos es muy variado y alberga cualquier rango social. «Tenemos de todo, gente joven y mayores, que son los que suelen ingresar en planta», cuenta Del Barrio en La Paz. «En la primera ola, tuvimos muchísima gente mayor en Urgencias y en la UVI, en la segunda ola, el rango de edad bajó y hubo menos ingreso en UVI, y ahora vemos perfiles muy variados y no sabemos aún si se saturarán las UVI».
«Los hospitales están aterrorizados por la llegada de esta ola»
Otro asunto preocupante es el retraso en los tratamientos de las enfermedades fuera del Covid. En el Hospital de Torrejón de Ardoz sigue con la actividad en quirófanos y otras intervenciones, pero en otros centros sanitarios se han visto obligados a aplazar las cirugías y tratamientos ante la inminente tercera ola que está por llegar.
«Los hospitales están aterrorizados por la llegada de esta ola. Se hacen esfuerzos enormes por no suspender el servicio de oncología, pero al final los hospitales se quedan en Urgencias y Covid. Un 20% de camas ocupadas por el virus te lo destroza todo, y esa es la otra cara de esta moneda, la gente que no atendemos porque nos tenemos que dedicar al covid, cuyas medidas de prevención además nos impiden trabajar en condiciones», concluye Peiró.
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